domingo, 29 de abril de 2012

Sal fuera por Bernardo Stamateas


Juan 11: 38, dice así: "Conmovido una vez más, Jesús se acercó al sepulcro, era una cueva cuya entrada estaba tapada con una piedra,"quiten la piedra", ordenó Jesús. Marta la hermana del difunto objetó: "Señor, ya debe oler mal pues lleva cuatro días allí", " No te dije que si crees verás la gloria de Dios", le contestó Jesús. Entonces quitaron la piedra, Jesús alzando la vista dijo:" Padre, te doy gracias porque me has escuchado, ya sabía yo, que siempre me escuchas, pero lo dije por la gente que está aquí presente para que crean que tú me enviaste". Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas."Lázaro, sal fuera", el muerto salió con vendas en las manos y en los pies, y el rostro cubierto con un sudario. "Quítenle las vendas y déjenlo que se vaya", le dijo Jesús.

Sal fuera y no dejes nada en la cueva.
Todos en la vida vamos a tener por lo menos cuarenta pérdidas, de casa, de pareja, de amigos, de lugares, de salud, distintas pérdidas; el problema es cuando nos hemos preparado para ganar pero no nos hemos preparado para perder. Y cuando nosotros no cerramos las pérdidas que vamos teniendo a lo largo de la vida, quedamos atascados, anclados en el pasado.
Y cuando una persona ancla en una pérdida del pasado no puede capturar una etapa nueva. Por eso Dios cuando te llama, una de las primeras cosas que va a hacer es ayudarnos a levantar las anclas de las pérdidas, a cerrar las pérdidas, a clausurar las pérdidas para poder entrar a la etapa nueva en que queremos entrar.
¿Cómo una persona puede quedar atascada en el pasado? Cuando una persona o un tema nos da vuelta en la mente "¡... y cómo me pasó esto, y fijate lo que me sucedió, y fijate mi jefe, mi ex, el trabajo! Pensamos y analizamos y soñamos y fantaseamos y permanentemente aparecen escenas del pasado. A veces estamos atascados cuando recordamos esa pérdida e inmediatamente nos vienen broncas muy grandes o tristezas muy grandes. Hay personas a las que vos le recordás o le tocás algo del pasado y se ponen a llorar; les viene mucha tristeza, mucha angustia y a pesar de que han pasado cinco, diez o los años que fuesen, la persona ancló en el pasado.
Cuando nosotros tenemos pérdidas es muy importante poder cerrarlas porque cuando cerramos las pérdidas Dios inaugura etapas nuevas.
Hoy vamos a cerrar nuestro pasado para que podamos entrar a una etapa maravillosa de bendición de prosperidad y de gloria.
¿Cómo cerramos las etapas viejas? ¿Cómo cerramos las pérdidas afectivas?
Hay algunos errores que hemos aprendido, o que nos han enseñado, que no nos ayudan a cerrar las etapas viejas; por ejemplo: pensar que se puede reemplazar.
Cuando éramos chiquitos se nos murió un perrito y mamá nos dijo: "No llores, te compro otro perrito", entonces de grande ¿qué hace uno?, se divorcia, y mientras está divorciando ya se engancha con otra persona, es el mismo perrito con el mismo collar; entonces pensamos: "Bueno si perdí esto lo reemplazo con otra cosa, si se me fue un amigo lo cambio por este otro, si se murió un hijo lo voy a reemplazar con otro hijo que le voy a poner el mismo nombre del hijo muerto", entonces reemplazar una pérdida buscando algo similar es una equivocación.
Otro error que se enseña es: no llorar. Te dicen "Bueno ya está, ya se murió, ya se fue, ya está, para qué llorar, es mal testimonio, no podés llorar, tenés que dar testimonio, tenés que mostrar tu fe", entonces reprimís las broncas, las tristezas, anulas el duelo, no expresás nada porque tenés que ser fuerte, porque no tenés que expresar emociones.
Entonces cuando una persona reprime el dolor se ancla, pone su vida en esa situación y va a quedar atascado allí.
Lo tercero es cuando la gente nos dice: "Tuviste una pérdida, tenés que elaborarla sólo". Cuando alguien llora le dicen: "Déjenlo solo", si alguien pierde un familiar o un hermano y está en el colegio, la maestra dice: "Que salga del aula para que llore solo, no necesitás de nadie". Entonces hay personas que nunca compartieron su dolor, nunca compartieron su tristeza, y eso de enfrentar sólo esos conflictos les han hecho anclar su vida en el pasado.
Otro error que nos han enseñado: "El tiempo sana las heridas". Bueno es cuestión de tiempo, ya se te va a pasar, se te murió un hijo, perdiste tu marido, perdiste un trabajo, te separaste, "es cuestión de tiempo", y el tiempo no sana nada; pueden pasar cinco, diez, cincuenta, ochenta mil años y nosotros quedamos atascados. Por ejemplo: quedar enganchados con nuestro ex, quedar enganchados con nuestro ex jefe, con nuestra antigua pérdida, con la persona que nos lastimó, con nuestra antigua iglesia.
Otro error que no sirve para nada es: distraerte. Hay personas que tienen pérdidas y siempre hay alguien que dice: "Distraéte, vamos al cine, tenés que salir, que arreglarte un poco más", y la persona por más que se distraiga eso no sirve absolutamente para nada, porque la distracción no cierra las etapas viejas.
Tenemos que saber que cada relación que nosotros tenemos es única, nadie sabrá jamás lo que vos sentís. Nadie jamás va a experimentar tu dolor. Nadie jamás te va a entender, porque cada relación es única. Hay personas que han tenido pérdidas y han estado buscando que alguien los comprenda.
Tuvimos acá, grupos para familiares que tuvieron pérdidas, y muchas personas dijeron que habían perdido su hijo, pero entre ellos decían: "Sí, pero vos no sabés lo que yo siento", a pesar de que la pérdida era similar nadie podía experimentar la relación y el dolor de la pérdida que esa persona estaba sintiendo. Cuando una persona tiene una pérdida, sea cual sea, tiene que ser escuchada, la persona no necesita explicaciones, no necesita que nadie le diga: "Bueno, es que Dios se lo llevó", "Es que Dios te está enseñando algo", "Es que Dios te está probando la fe", "Bueno, si se te murió un hijo, tenés cinco más, disfrutalos", "Se te fue esta persona, bueno, pero Dios te regaló que la disfrutes treinta años por lo menos", no hay que explicar nada.
Cuando una persona tiene dolor lo que la persona necesita es ser oída.
Tenemos a Elías cuando se metió en la cueva y el ángel le dijo: "Largo camino te resta". El Señor me llevó a ver cómo otra persona se metió en la cueva, Lázaro, y Jesús lo saca con una frase, le dice: "¡Sal fuera!", salí de la cueva porque te espera una etapa gloriosa.
Dice que Lázaro estaba muerto, hacía cuatro días que estaba en la tumba, y Jesús llega a la escena cuatro días tarde. Llega y todo el mundo está llorando, las hermanas de Lázaro están enojadas con Jesús, "Por qué no vino antes para sanarlo". Y cuando Jesús se para delante de la tumba se pone a llorar. La gente dice: ¡Cómo lo amaba!", porque todos sabían que eran grandes amigos. Jesús se pone a llorar, pero en un momento se limpia las lágrimas, y dice: "Quiten la piedra", la hermana le dice: "No, Señor, no lo podés ver, ya está podrido, hiede, hace cuatro días que está", "Quiten la piedra", y cuando quitaron la piedra dicen que Jesús, con el grito de la fe, con la fuerza del Espíritu, gritó: "¡Lázaro, sal fuera!", y dice que cuando escuchó esa palabra Lázaro dijo: "¡Esa es la voz de mi amigo que me ha venido a buscar!".
Primera enseñanza:
Sal fuera significa que Dios nunca te va a abandonar.
Él va a ir a tu misma cueva de dolor y vas a escuchar otra vez la voz de tu amigo que te dice: "Yo no te voy a abandonar en momentos difíciles, he venido a buscarte para estar contigo otra vez".
Le hablo a toda le gente que se ha metido en la cueva del dolor, hoy tu amigo ha venido a buscarte y te dice: "Yo estaré contigo, en tu peor momento, oirás otra vez mi voz".
Pablo dijo: "Todos me dejaron, pero Jesús estuvo a mi lado", David dijo: "Mis padres me abandonaron, pero el Señor me tomó en sus manos", Moisés dijo: "Todos me abandonaron, pero tu presencia está conmigo cada día". El Señor jamás te va a abandonar, volverás a oír la voz de tu amigo, porque el Señor no abandona a los amigos en la cueva, los va a buscar para sacarlos de la cueva y que comiencen una etapa de victoria.
Cuando Dios formó al hombre del barro, lo formó con su mano y dejó sus huellas digitales. Nuestro cuerpo tiene el ADN, las huellas digitales del padre, y el Señor nunca nos va a abandonar. Yo no sé cómo entraste a la cueva, yo no sé cómo Lázaro se murió, yo no sé cómo el dolor golpeó la casa, pero yo sé que mi amigo vendrá otra vez por nosotros, para sacarnos y meternos en una etapa nueva de victoria. Decí: "¡Sal fuera!".
Segundo: significa, que hay un futuro glorioso.
Lázaro sal fuera, porque te espera una nueva etapa; la casa que perdiste, la vas a recuperar; la familia que perdiste, la vas a recuperar; la salud que perdiste la vas a recuperar, porque cuando el Señor viene no viene para meterse dentro de tu cueva, viene para sacarte de la cueva y mostrarte un futuro de victoria, preparáte porque los meses que vienen y los años que vienen serán extraordinarios, irás de gloria en gloria y de poder en poder.
Jesús dijo: "El que da todo por mí, el que deja todo por mí, le dijo a Pedro, recibirá cien veces más aquí", o sea el que da todo recibe todo, vos entregás el veinte por ciento de tu vida recibí el veinte, vos entregás el sesenta, recibís el sesenta, entregás el ochenta, recibís el ochenta, pero vos le das toda tu vida a Jesús, como Lázaro, y vas a poder recuperar el ciento por ciento, porque el que le da todo al Señor, el Señor le devuelve todo bendecido.
Dice el Salmo veintitrés, que el bien y la misericordia nos seguirán todos los días de nuestra vida. Hay gente paranoica, hay gente a la que lo persigue la crisis mundial, hay gente que lo persigue el miedo, el FBI, pero a los hijos de Dios nos persiguen el bien y la misericordia todos los días de la vida.
Yo no sé cuánto hace que estás en la cueva, pero hay alguien más grande en este día que te dice: Sal fuera que hay un futuro magnífico que te espera conmigo.
Tercero: Sal fuera significa que lo que viene es más grande que lo que fue. Porque las dos hermanas le dicen: "Señor ¿Por qué no estuviste acá cuando estaba enfermo, por qué no lo sanaste a tu amigo?, dejaste que se muera", y Jesús le dijo: "Marta y María ¿saben por qué no lo sané?, porque voy a hacer algo más grande, lo voy a resucitar.
Cuando Dios no te da algo es porque se viene algo mejor, si no es esta casa, será otra más grande; si no es hoy, será mañana; si no es a la mañana, será a la noche; si no es ese trabajo, será otro mejor; si no es con ese amigo, será con otro mejor, pero siempre Dios te va a llevar a un futuro glorioso, expansivo, de gloria porque vamos de bendición en bendición, así que si Dios todavía no te ha dado algo es porque se está tomando tiempo para armar y preparar algo mejor todavía.
Hay personas que vienen a la iglesia, Dios le da el coche, desaparecen, dicen "No porque ahora tengo que trabajar", cuando no tenían trabajo se arrastraban, no faltaban ni el día de la madre a la reunión; "No ahora vivo lejos", cuando no tenias coche venías de lejos. ¿Cuántos fueron a una fiesta y comieron todo de entrada? comiste y después vinieron los platos buenos y vos no tenías más lugar en el estómago, y vos querías comer pero no había lugar, y los demás se habían guardado, porque ya sabían. Hacéte lugar en el espíritu porque hay más bendiciones, no te acostumbres con lo que Dios te dio, porque lo que viene es más grande. Porque la bendición es como la luz de la mañana, que va en aumento hasta que el día es perfecto. Tinieblas cubrirán la tierra, pero sobre ti se avista la luz del Señor, y andarán las naciones de acuerdo a tu luz.
Cuarto: significa que mis mejores palabras saldrán luego de mis emociones más dolorosas. Dice que Jesús lloró, lloró, lloró, estaba angustiado, triste, pero Jesús lloraba porque tenía que cerrar el duelo con su amigo, aún sabiendo que lo iba a resucitar minutos más tarde. Él sacó su dolor, Él se expresó, Él liberó su verdadera humanidad, cien por ciento hombre, cien por ciento Dios. Él lloró, y la gente decía: "Pobre, está impotente, llegó tarde", otros pensarían: "Se lo merece, vino tarde a sanar al amigo", otros decían "Pobrecito no lo pudo salvar", pero dice que de pronto Jesús se limpió las lágrimas y sacó una palabra milagrosa y gritó: "Lázaro, sal fuera".
Yo quiero decirte que hoy estás llorando y está bien que llores y gastes todo tu dolor, pero tu dolor no ha robado tu fe, y cuando el dolor, termine de salir, Dios te va a poner otra vez en pie y las mejores palabras de conquista saldrán otra vez, porque Dios te volverá a poner en pie para decir: "Ya está, se terminó, ahora viene una etapa nueva para mí"
Me dijo el Espíritu Santo ayer: "Jesús hablaba en la fiestas, hablaba en el cementerio, en la calle, hablaba con los amigos, en el casamiento, ¿saben por qué? porque no hay lugar que pueda retener la palabra de fe, la palabra de fe te funciona en todos los lugares.
Yo te quiero decir, que hoy estás llorando, porque hay personas que tienen dolor y sienten que el dolor les robó la fe. ¡No! dolor jamás te roba la fe, dolor hay que gastarlo, dolor hay que sacarlo para que la fe vuelva a surgir, porque la fe siempre estará en tu corazón. Por eso, sobre la gente que ha pasado grandes tristezas, yo profetizo que ahora vienen momentos de grandes victorias, de gran poder.
Dice la Biblia que los de la tribu de Isacar, eran como trescientos, los de la tribu de Isacar eran generales. El general en la antigüedad no usaba espada, la espada del general era la palabra. Cuando vos empezás a hablar fe, para Dios ya no sos más un soldadito, menos una oveja, sos un general, así que en este día, yo no sé cuanto dolor hay en tu vida, pero nos vamos a secar las lágrimas y vamos a declarar tiempo nuevo, victoria nueva, fiesta nueva, gloria nueva, bendición nueva y todo lo que hagamos nos saldrá bien. No dejes nada en la cueva.
Quinto: significa que hay gente que te va a desatar.
Dice que Lázaro salió vendado de pies y manos y en la cabeza, imagínense cuando salió los familiares se asombraron. Entonces Jesús les dijo: "Desátenlo".
Dios va a levantar gente que te va a sacar las vendas. Hay gente que te va a dar palabra , va a liberar tus manos para que vuelvas a construir, para que vuelvas a acariciar, para que vuelvas a adorar, para que vuelvas a abrazar, hay gente que te va a soltar una palabra y te va a sacar las vendas de las piernas para que vuelvas a caminar, para que vuelvas a hacer negocios, para que vuelvas a soñar, para que vuelvas a escalar, para que vuelvas a meterte, para que vuelvas a viajar, hay gente que te va a sacar vendas de la cabeza para crecer, para que dejemos las niñerías, para que seamos gente sabia e inteligente, maravillosa y atractiva.
Yo profetizo que no habrá más vendas en las manos, en los pies, y en la cabeza porque Dios va a levantar gente maravillosa que nos va a sacar las vendas y viviremos una etapa de victoria.
Hay gente que no es buena, dice Salomón: "Hay gente que desde que se levanta piensa en el mal"; hay algunos cristianos que te dicen: "Vos no hablás en lenguas, no tenés el Espíritu Santo". Hay gente mala y gente maravillosa, hay gente de oro, de bendición; queremos ser de bendición.
Hay tres etapas en la vida cristiana.
Primera etapa: idealización
Es una etapa de estupidismo total, ¿Querés que te preste plata?, te presto porque sos mi hermano en Cristo ¿me la vas a devolver? ¿Por qué no conocí al Señor antes'? ¿Querés que te salga de garante? ¿Cuántos pasamos por esa etapa?
Segunda etapa: desilusión
"Le voy a poner una demanda", "¡Me devolvés la plata sinvergüenza!", "Yo del Señor no me voy a alejar, pero no me voy a congregar en ningún lado", "Yo con el Señor estoy bien, nunca lo voy a dejar"
Tercera etapa: multiplicación
No tenés que idealizar ni demonizar a nadie, tenés que esperar todo de Dios. No tenés que pedirle plata a nadie, no prestarle plata a nadie, no salirle de garante a nadie, y saber que el único que merece todo tu corazón es el Señor. Cuando llegues a esta etapa serás libre y caminarás en victoria y disfrutarás los próximos años de bendición.
Tenemos que salir de las cuevas del pasado. Cuando Lázaro salió, le sacaron las vendas e hicieron una fiesta.
Sexto: Sal fuera, significa que los próximos años viviremos años de fiesta. ¿A cuántos les gustan las fiestas?, si hace años que no tenés fiesta, preparáte porque el Señor ha preparado una fiesta. Jesús amaba ir a la casa de Lázaro en Betania, porque cuando Jesús llegaba ahí se armaba fiesta, porque la vida cristiana es fiesta.
¿Y qué hay en una fiesta?
Hay una atmósfera positiva, de alegría. Dios te va a dar una atmósfera de fiesta a vos para que donde vos vayas lleves tu fiesta. Hay humor, Dios va a restaurar nuestra capacidad de reír. Dicen que las parejas que se ríen tienen el sesenta y siete por ciento menos de conflicto que las que no se ríen. Tenés que reírte un poco más, tenés que entrar en la etapa de fiesta. Hay motivación; uno quiere hacer, Dios te va a encender el motor de la automotivación. Hay personas que dicen: "Me cuesta venir, viajar". Vos lo que necesitás es levantar las anclas de la cueva, es sacar todas tus pertenencias de la cueva y salir fuera, porque afuera te espera el Señor, porque afuera te esperan bendiciones, te espera un glorioso futuro, gente que te va a desatar, y porque afuera habrá fiesta. También en una fiesta hay comida, me gusta el salmo veintitrés cómo termina, porque empieza comiendo pasto, pero cuando termina el salmo, estás sentado en una mesa delante de tus enemigos. Me gusta la vida cristiana, empezás con pasto y siendo una oveja, pero cuando terminás, terminás siendo un general comiendo comida espectacular, palabra de vida, comiendo milagro, presencia.
En este día sal fuera.
Dios nos está preparando para sacar gente de su dolor, de su abandono, de sus tristezas, y van a pasar a conocer una nueva etapa con el Señor. No habrá nadie en la cueva, secá tus lágrimas y sal fuera, y volvé a la vida.
Ahora levantá tus manos con palmas abiertas.
Vas a poner en tus manos gente que hay que perdonar, gente que ya no está y que hay que soltar, vas a poner en tus manos gente a la que te hubiese gustado decirle algo y no lo pudiste decir, a tus ex, vas a poner en tus manos pérdidas que te lastimaron, y le vas a decir a Dios: "Acá está parte de mi historia, de mi cueva, y te entrego, nombre por nombre, situación por situación a cada uno de ellos, y renuncio a cada una de ellas, me desato y cierro esa etapa en mi vida para siempre; porque yo sé que fuera de mi cueva me estás esperando para comenzar una etapa nueva. Te entrego todo y levanto mis manos y suelto todo mi pasado, mis momentos tristes, salgo de mi cueva, para vivir una etapa nueva y declaro cielos abiertos, declaro gloria espléndida, milagros extraordinarios, gente maravillosa, declaro meses de victoria, y voy hacia adelante con mis manos, pies y corazón libres, para amarte, para servirte. Declaro que habrá gozo, motivación, habrá pan en mi mano, tendré recuerdos extraordinarios y como yo hoy salgo, sacaré a muchos otros de la cueva, y viviremos contigo, y el bien y la misericordia nos acompañarán siempre".
Cuando Dios te saca de una etapa te saca para siempre y sin trauma. El Señor ha vuelto por Argentina para sanarla, bendecirla y para levantarla otra vez. Hay que celebrar porque estamos vivos y si estamos vivos, largo camino nos resta.
En este día seré bendecido, prosperado, y seré lleno de fe, y al salir seré de bendición, lo declaro. Amén.
Mensaje de Bernardo Stamateas

viernes, 27 de abril de 2012

Si tuviera plata me mandaría a mudar por Alejandra Stamateas


Mateo 15:21
«Partiendo de allí, Jesús se retiró a la región de Tiro y Sidón. Una mujer cananea de las inmediaciones salió a su encuentro, gritando:--¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija sufre terriblemente por estar endemoniada. Jesús no le respondió palabra. Así que sus discípulos se acercaron a él y le rogaron:--Despídela, porque viene detrás de nosotros gritando.--No fui enviado sino a las ovejas perdidas del pueblo de Israel --contestó Jesús. La mujer se acercó y, arrodillándose delante de él, le suplicó:--¡Señor, ayúdame! Él le respondió:--No está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros.--Sí, Señor; pero hasta los perros comen las migajas que caen de la mesa de sus amos.--¡Mujer, qué grande es tu fe! --contestó Jesús--. Que se cumpla lo que quieres. Y desde ese mismo momento quedó sana su hija.»

"Si tuviera plata me mandaría a mudar" es una expresión que muchas veces elegimos usar cuando sentimos que estamos en una situación que nos está ahogando, presionando. Estamos disconformes, queremos salir de esa situación por la que estamos pasando y creemos que el único obstáculo es el dinero; y decimos que si tuviéramos la plata "yo me voy de mi trabajo, me busco otro", "pero si no fuera porque no tengo plata para irme a otro país, porque yo ahí tendría éxito, pero no tengo plata para los pasajes", "si yo tuviera la plata sabés cómo los abandono a todos en casa y que se arreglen como puedan", "me iría de mi ciudad a otro lugar, pero no tengo plata".
En realidad esa es una frase muy adolescente. ¿Cuántas de ustedes en la adolescencia querían irse de su casa? Estabas harta, ya querías irte de tu casa, pero en realidad la plata era una excusa; vos no te ibas porque había temores en tu vida, había otras inseguridades. Nosotras sabemos muy bien que cuando queremos lograr algo, lo logramos con plata o sin plata. Cuantas alguna vez escuchamos a gente que dijo "me fui con lo puesto"; o sea que si querés lograr algo en la vida lo vas a lograr. Ahora, si vos ponés un obstáculo, es porque en realidad ese obstáculo te está indicando que detrás hay otros miedos que hay que sanar. Queremos un cambio y eso es seguro; cuando nos quejamos por algo es porque queremos que se provoque un cambio en nuestra vida. Cuando quisimos un cambio le pedimos a Dios "Señor, cambiá esta situación; Señor quiero que todo sea diferente, quiero ser feliz, quiero vivir una vida diferente", y a veces parece que la respuesta no viene.
Muchas veces cuando le pedimos algo a Dios,
Dios nos pone en suspenso, entre paréntesis.
¿Cuántas sienten que están en algún área de su vida en suspenso? En el área emocional, en el área física, en el área laboral, en el área intelectual, en suspenso. Y es muy frustrante pedir algo a Dios y no ver la respuesta, porque vos te imaginás que Dios te lo va a dar enseguida; y a veces pasan cinco, diez años, quince años, o tres meses, y para vos que estás entre paréntesis, en suspenso parece que la cosa no viene.
Es feo estar en suspenso; así nos pasa a veces espiritualmente. ¿Qué esperas que todavía no viene? ¿Qué estas esperando? Quiero que te concentres en eso, porque de eso se trata, de lo que Dios está haciendo en tu vida.
"Dios está trabajando en mí"
Así le paso a esta mujer de la historia. Era una mujer cananea; los judíos creían que los cananeos no podían recibir nada de Dios porque decían que eran paganos. Viene una mujer cananea que necesita algo para su hija enferma; y le grita a Jesús. Toda la gente estaba enojadísima porque decían "¿cómo Jesús le va a dar importancia a esta cananea que es una pagana, que cree en un montón de otros dioses?; no le va a hacer caso". Pero a pesar de eso la mujer se acerca y lo primero que hace es gritar "¡hijo de David!". ¿Por qué le dice esa frase, si los cananeos no usaban esa frase? Porque es una frase que usaban los judíos, y ella quería demostrarle a Jesús que era judía, "si Jesús cree que yo soy judía me va a dar el milagro que necesito para mi hija". Y cuando empezó a gritar de esa manera Jesús no le respondió; porque a Jesús no le importa de dónde venís, no le importa la religión que tenés; a Jesús no le importa tu nivel económico, tu nivel social, a Jesús no le importaba nada de eso. O sea que Jesús no iba a jugar el juego de esta mujer y decirle "vos querés aparentar que sos judía para que haga un milagro, pero yo no necesito que te hagas judía para eso". Esta mujer entendió que, como Jesús no le respondía tendría que cambiar la actitud; y lo que hizo fue acercarse lentamente hacia donde estaba Jesús, inclinarse y decirle "Señor ayúdame". Simplemente, sin fórmulas, voy con mi necesidad "Señor ayúdame". Cuando estés en problemas, y tal vez ya le hayas pedido a Dios, cambiá tu actitud. A Jesús no le tenés que mostrar un papel de nada, no tenés que venir veinte millones de veces a la iglesia para pedirle algo; ante Jesús tenés que tener una actitud de humildad y de adoración. "El único que puede hacer algo por mi hija es Jesús, por eso yo voy a hacer lo que a Él le agrada".
El único que puede hacer un milagro en tu vida es el Señor Jesucristo, y si vas con una actitud de adoración Él va a venir, va a darte lo que querés, va a decir "grande es tu fe" y te va a dar el milagro que estás esperando.
1) Tengo que revisar mi motivación
A Dios no le interesan los papeles sino la actitud del corazón. La espera sirve para limpiar nuestras motivaciones; ¿qué hay en realidad detrás de lo que estamos pidiendo? No porque estemos pidiendo lo incorrecto y Dios se vaya a enojar. Dios no se enoja; Dios quiere que vos sepas cuál es tu verdadera motivación para pedir lo que estás pidiendo.
Mujeres que saben su motivación dicen "Alejandra yo no quiero un marido porque necesite un hombre; yo quiero un padre para mis hijos; no quiero que mis hijos crezcan sin padre", esa mujer tiene en claro lo que está pidiendo. No está pidiendo una pareja, sino un padre para sus hijos. Pero si vos no lo tenés en claro vas a pedirle a Dios cosas que no necesitás. Lo tengo que tener en claro. Vos querés ser líder, "que me levanten de líder"... ¿para qué?, ¿para soltar el poder de liderazgo que tenés y hacer crecer a la gente, o querés ser líder porque es el único lugar donde vas a poder tener autoridad y mandar a todo el mundo, porque en tu casa nadie te da importancia? O sea, ¿cuál es la motivación en lo que estás pidiendo? Por eso Dios te pone entre paréntesis, para que analices. Porque Él sabe y quiere que analices cuál es la motivación de lo que estás pidiendo, y entonces recibas lo que realmente necesitás y no otra cosa que no necesitás.
2) Dios quiere que aprendas responsabilidad
¿Qué es esto de aprender responsabilidad? Dios a veces nos pone en espera para que seamos responsables y sigamos siéndolo con lo que tenemos. Hoy vivimos en un mundo en el cual todo es descartable, todo cambia rápidamente. Le damos un celular a nuestros hijos y al otro mes ya quieren otro; tienen una computadora y al poco tiempo quieren otra. Parece que todo es descartable: que las relaciones las podemos descartar, que nuestra familias las podemos descartar, queremos todo rápido, todo ya. Y el Señor muchas veces cuando le pedís algo y no te lo da, te deja entre paréntesis porque quiere que seas responsable con lo que tenés, para que cuando te dé lo que le estás pidiendo lo puedas cuidar mejor.
¿Se acuerdan cuando nuestros hijos eran chiquitos?, ¿qué les decíamos? "yo no te compro otro juguete hasta que no cuides los que tenés; hay un montón de juguetes ahí que no estás usando, yo no te compro nada hasta que no uses esos". Más o menos la historia es parecida; a veces tenemos cosas y, como queremos otras, descuidamos éstas; y le estamos pidiendo al Señor algo más grande. Le pedís a Dios una casa pero estás descuidando la tuya. Yo me di cuenta el día que me quería mudar, y la casa que queríamos no aparecía; hasta que el Señor me dio esta lección: "no estás cuidando lo que sí te di, lo que ya es tuyo, lo que sí te pertenece y de lo que hoy sos responsable de cuidar". Mi casa estaba muy desarreglada, y empecé a arreglarla como podía, adornarla con pequeñas cosas hasta que me empezara a gustar. Le hice cambios de muebles, mover cosas de lugar, las cortinas, pequeños cambios para mostrar que realmente estaba siendo responsable con lo que sí tenía, con lo mío. Cuando empecé a hacer eso, la casa más grande y nueva vino.
Dios a veces nos pone las respuestas entre paréntesis
para que aprendamos a ser responsables con lo que ya nos dio.
¿Qué es lo que querés?, ¿qué es lo que estás pidiendo? ¿Hay algo descuidado de eso que tenés? Cuidalo. "Señor odio mi pelo, no me gusta", ¿estás cuidándolo el que tenés? "Señor odio mi cuerpo", ¿estás cuidando tu cuerpo? "Señor haceme nueva", ¿estás cuidando lo que tenés? Dios quiere que seas responsable; sé responsable con lo que es tuyo. Querida mujer no dejes caer nada de lo que tenés, cuidalo, sé responsable y hermosealo. Sino actuamos como los nenes: "total tengo otro, tiro este porque tengo el otro", y nosotras no podemos tirar nada de lo que Dios nos ha dado en la vida para cuidar. "Bueno, cuando tengamos el nuevo templo ahí ya no voy a tirar más botellas o papeles en el piso porque va a ser nuevo"... seamos responsables con lo que Dios hoy nos dio y el lugar en el que somos bendecidos. Vos no podés ir a lo nuevo si no sabés comportarte en este lugar. Le pedimos a Dios y Dios nos dice "a ver si sos responsable con lo que te di, que también en algún momento me lo pediste; sé responsable, yo voy a ver tu actitud". Dios está mirando tu actitud.
3) Tengo que confiar anticipadamente
Dios está haciendo ajustes. Cuando nos pone entre paréntesis es porque está haciendo ajustes para que recibamos lo que hemos pedido. Dios va a ver actitudes, y una de las actitudes que más valora Dios es ser perseverantes. Esta mujer fue perseverante, porque Jesús no le contestó, y ella dijo "yo tengo que buscar otra manera, Jesús a mí me tiene que responder". Usó su fe, fue perseverante y Dios bendijo su perseverancia.
Dios a veces nos pone en espera para ver si somos
perseverantes con lo que le hemos pedido.
¿Alguna vez fueron a comer a un restaurante y había fila para entrar? Te dijeron que había dos horas de espera... si vos sos perseverante y te gusta ese restaurante, sabés que ahí vas a comer lo que querés comer y que en ningún otro lugar preparan ese plato como lo preparan ahí, vos te vas a quedar dos horas esperando, y hay mucha gente que lo hace. Pero si vos no sos perseverante y te da lo mismo ir a un lado al otro, te das media vuelta y te vás, decís "ni loca espero dos horas". Esto es por un restaurante; pero cuando vos venís al Señor, Él quiere ver si tenés perseverancia en Él. Como esta mujer, que el único que tenía el milagro era Jesús. Pero si mañana te da lo mismo y decís "bueno, me voy al brujo de acá a la vuelta, que me pone la cintita roja y ya está"... ¿Tenés perseverancia en Jesús?, ¿seguís insistiendo a pesar de no verlo?, ¿tenes perseverancia en lo que pediste? Porque si vas a pedir algo y no sos perseverante, al otro día te vas a olvidar de que lo pediste... Si hay algo que pediste y seguís insistiendo, a pesar de que las circunstancias no están a tu favor, a pesar de que parece que Dios hace silencio, seguí siendo perseverante. Porque Dios va a ver tu actitud, y cuando vea tu perseverancia te va a soltar lo que te prometió. Fe anticipada es saber que Dios me lo va a dar. Si sos perseverante, dentro de poco vas a tener lo que le pediste al Señor. Soltá fe.
4) La espera limpia nuestras motivaciones
"¿Es esto verdaderamente lo que quiero? ¿Te estoy pidiendo esto Señor realmente porque lo que necesito, o estoy necesitando que sanes otra cosa de mi vida antes de dármelo?" Limpiar las motivaciones me hace responsable. Dios va a ver tu actitud, si estás cuidando lo que ya es tuyo, que te pertenece, para que Dios te dé lo más grande y entonces valores eso más grande.
5) La espera es una pausa activa
¿Qué pasa mientras esperamos? Dios está trabajando; la espera nunca es inactiva, la espera es activa. Los deportistas hablan de las pausas activas, hacés una pausa pero seguís haciendo algo, no es que dejás totalmente la actividad. Le pregunté a un experto qué era lo que ocurría en el momento de elongar, de estirar, donde parece que te querés ir a tu casa y el profesor te dice "falta algo". A vos te duele todo el cuerpo, no querés saber más nada. Porque en ese estiramiento te duele todo, parece una tortura china, "me mato haciendo gimnasia y ahora me mata veinte minutos elongando"... Y me dijo el profesor...
Elongar acelera los procesos de recuperación, si vos hiciste un mal esfuerzo va a acelerar tu recuperación. Si pasaste un mal momento en la vida, muchas veces vos le pedís a Dios algo rápidamente y Dios te dice "vamos a hacer una pausa para que puedas recuperarte y recibir lo que te voy a dar; sin esta pausa no vas a poder recuperarte de este desgaste emocional que tuviste con la experiencia anterior". Cuando tu vida de pareja fue un caos, no vayas a buscar inmediatamente otra pareja; necesitás una pausa para poder recuperarte de ese dolor emocional que tuviste.
La elongación previene que te vuelvas a lesionar. Por eso a veces Dios te dice "te estoy poniendo en una pausa para que no te vuelvas a lastimar; me estás pidiendo otra vez una pareja y no te sanaste de la anterior, yo te voy a hacer vivir una pausa; te la quiero dar, claro que sí, pero te voy a hacer esperar un tiempo para que no vuelvas a lesionarte", porque necesitás este tiempo para no volver a lastimarte.
Elongar contrae el músculo y lo relaja más rápido, eliminando la tensión de los tendones y las articulaciones, te relaja. Llega un momento cuando vos dejás de tensionarte y dejás de estar esperando ansiosa; es la pausa de Dios "me tomo cinco minutos, me tomo un té". En ese mismo momento vos empezás a relajarte y lo que tenés que hacer en ese momento de pausa, donde eso que pediste no viene, es relajarte. Relajate porque Dios está actuando en tu vida.
Elongar nos ayuda a tener movimientos más amplios. Cuando vos elongaste bien, después tu cuerpo puede hacer movimientos más amplios que antes; tal vez por la dureza no los podías hacer. Quiere decir que Dios a veces te hace una pausa para que luego, cuando recuperes la fuerza, puedas ir por mucho más.
En el tiempo de espera Dios está trabajando en tu vida para llevarte a mucho más.
Dios nos lleva siempre a través de temporadas, a través de estaciones de la vida y nosotras tenemos que saber en qué temporada estamos. Porque si sabemos en qué temporada estamos vamos a poder cooperar con Dios y no vamos a ser caprichosas y decir "lo quiero ya, no me lo da porque no me ama, no me escuchó, debo estar en pecado", como mucha gente dice... "ah, Dios no te lo da, por algo debe ser". Dios te lo quiere dar, pero te está preparando, te está equipando y entrenando para que cuando lo recibas lo disfrutes y tengas pleno placer. Por eso Él te está entrenando en este tiempo de la pausa; no es que no te escucha, no es que no quiere saber nada con vos, no es que no te va a dar nada porque vos estás mal. Estás en época de entrenamiento, si sabés que Dios te está entrenando, y vas a poder cooperar con Él. Dios está haciendo algo, está trabajando para lograr algo en tu vida.
Dice Eclesiastés 3 que hay una temporada, un tiempo para cada cosa debajo del sol. Para eso que Dios te va a dar hay un tiempo; y Él sabe cuál es el tiempo, Él lo determinó, por eso cooperá con Dios. Decile "Señor no sé bien qué estás haciendo, a veces parece que no siento nada, a veces parece que estoy perdiendo el tiempo, pero Señor yo quiero ver lo que estás haciendo, yo quiero saber que estás trabajando en mí, que hay algo que estás proyectando para mi futuro".
Un hombre del siglo pasado en su diario personal había escrito: "hoy fui a pescar con mi hijo... fue un día perdido". Pero ese mismo día su hijo escribió en su diario personal: "hoy fui a pescar con mi papá; fue el mejor día de mi vida". Vos podés ver tu día como perdido, ver tu tiempo de espera como perdido, o podés decretar "este tiempo de espera es el mejor tiempo de mi vida, porque Dios está planificando algo grande para mí. No es pérdida de tiempo, es tu pausa Señor". Abrazate al Señor; Él sabe lo que está haciendo. Que puedas decir "yo voy a colaborar con Dios en este tiempo de espera, porque Dios no me abandonó, Dios no hace silencio, si Dios me está entrenando para darme lo que le pedí. Está purificando todas mis motivaciones para que yo disfrute lo que le acabo de pedir, para que cuando venga no lo eche a perder, para que cuando venga sea un placer completo, y eso me agregue más ganancia y me lleve a algo más grande. Que pueda aprovechar cada minuto de mi vida y lo viva con felicidad. Que no vuelva a lesionarme y lastimarme y no tenga que volver a llorar en la vida. Dios está haciendo algo grande en mí; mientras estás entre paréntesis y eso que pediste no viene, Dios está entrenándote.
Tenés que cultivar un espíritu de agradecimiento. Agradecer no es una actitud solamente, no es "yo agradezco porque alguien hizo algo por mí"; eso es fácil. Tener un espíritu de agradecimiento es algo distinto, es algo que se cultiva, es un espíritu. Hay que cultivar ese espíritu de agradecimiento. ¿Qué es? Agradecer no importa las circunstancias; agradecer aunque todavía no tengo los resultados que quiero tener; eso es cultivar un espíritu de agradecimiento. Dios quiere eso, porque cuando aprendés a agradecer, vos quitás la raíz de amargura de tu vida. Lo que el enemigo quiere hacer en el tiempo de espera es que vos te amargues, niegues tu fe y te des vuelta, y te vayas a buscar a otro que no sea Jesús. Pero si cultivás el espíritu de agradecimiento Dios te pone feliz, porque agradecer es ver a Dios en todas las circunstancias de la vida, es saber que siempre Dios está presente y que algo grande Él está planeando, y dentro de poquito lo vas a recibir en tu vida. Agradecé por lo que tenés y por lo que todavía no vino.
Cultivá un espíritu de agradecimiento mientras esperás el milagro de Dios.
Escuchaba a una mamá que le decía a su nena "no mientas porque Dios se va a enojar con vos". ¡Qué cosa!, cómo le decimos a los chicos cosas de Dios y les hacemos sentir miedo de Dios, en lugar de decirle "no necesitás mentir, porque decir la verdad es maravilloso", y no meterle un Dios malo a una nena. No metas a un Dios malo en el medio; a vos te enseñaron un Dios malo, te enseñaron que Dios no te da eso porque tenés pecado, porque estás mal, porque cometiste un error, porque Él se olvidó de vos, porque no te tiene más en cuenta. Dios me tiene entre paréntesis porque me está entrenando tal vez, o me agarró de la mano y me está dirigiendo por el camino de la bendición y de la victoria.
Vamos a empezar a agradecer; levantate a la mañana con una necesidad imperiosa de agradecer por todo, desde lo más pequeño hasta lo más grande, y lo que va a pasar en tu espíritu es único, no te lo vas a olvidar. Porque cuando empezás a agradecer y el agradecimiento fluye, la sanidad y la bendición vienen sobre tu vida.
Dios te está entrenando, va a purificar las motivaciones; Él te va a hacer una mujer perseverante, que no pierde nada, que siempre gana, te va a hacer perseverante hasta obtener lo que querés. Él va a hacer que seas responsable de todo, porque cuando te vea responsable te va a decir "a esta mujer le voy a dar más de lo que me pide", porque te va a dar más abundantemente, más de lo que pedimos o entendemos a aquellas que sabemos ser agradecidas. Sé agradecida, por ese hijo que tal vez esté haciendo macanas, por esa hija que se equivocó, por esa hija que no podés perdonar, por esa mamá que tal vez te maltrató, por ese marido... da gracias.


Por Alejandra Stamateas

miércoles, 25 de abril de 2012

Largo camino te resta por Bernardo Stamateas


1 Reyes 19:1-7
"Acab dio a Jezabel la nueva de todo lo que Elias había hecho, y de cómo había matado a espada a todos los profetas.Entonces envió a Jezabel a Elias un mensajero diciendo: Asi me hagan los dioses, y aún me añadan si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como la de uno de ellos. Viendo pues el peligro se levantó y se fue para salvar su vida y vino a Berseeba que está en Judá y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto un día de camino y vino y se sentó debajo de un enebro y deseando morirse dijo: basta ya, oh Jehová quítame la vida pues no soy yo mejor que mis padres. Y echándose debajo del enebro se quedó dormido y he aquí luego un ángel le tocó y le dijo: Levántate y come. Entonces él miró y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas y una vasija de agua y comió y bebió y volvió a dormirse. Y volviendo el ángel de Jehová y la segunda vez lo tocó diciendo: levántate y come porque largo camino te resta".


Aquí estaba Elías, que había tenido una gran victoria, y escuchó que Jezabel, la reina malvada le dijo que porque había decapitado a sus profetas, a sus brujos, ella mañana a estas horas le iba a cortar la cabeza.
Siempre el enemigo va a levantar a una persona para atemorizarte, siempre el infierno va a levantar a una Jezabel, a una persona malvada para destruir tu fe y que abandones. No te sorprendas cuando suceda. Son personas malvadas, autoritarias que te miran a los ojos, y no te quitan la mirada. "Esto es lo que yo pienso", es esa gente que te hace sentir tonto.
Como ese profesor que dijo: "mañana usted me va a traer un capricho"; y la alumna le respondió. "¿ qué? un capricho, no le entiendo profesor". "¿Usted no sabe lo que es un capricho?, ¿de verdad me está diciendo que no sabe lo que es un capricho?, no puedo creer que no sepa lo que es un capricho, ¿hay alguien acá que sepa qué es un capricho? Alfred de Muset, ya lo sabe, escritor de un capricho, ahora ya saben lo que es un capricho".
¿Alguna vez estuviste con alguien que te dijo: "no puedo creer que vos no sepas esto?"
El autoritario es una persona elegida por el infierno para hacerte sentir mal. Dice la Biblia que Jezabel no lo encaró cara a cara a Elías, porque son cobardes, mandan voces, mentiras y ordenan cosas para lastimarte, para activar miedo, para que vos dejes de hacer lo que Dios te dijo que hagas y te encierres en una cueva. Para que empieces a pensar, como le dijo Jezabel, que mañana a estas horas vas a estar muerto, para darte un futuro desgraciado, para que imagines que te va a suceder lo peor, que vas a perder tu trabajo, que tus nietos se van a morir, que el próximo secuestrado serás vos, que vas a perder la salud.
Jezabel se levanta para que pierdas el foco de tu sueño, para que abandones, para darte un futuro desgraciado, porque sabe el diablo que si vos dejás de oir la voz de Dios tu fe se va a caer, ya que la fe viene por oir la voz de Dios.
Elías dejó de oír la voz de Dios y se puso a oír esa voz malvada, entonces su fe decayó, y entonces en el mejor momento, cuando él había hecho caer fuego del cielo, cuando estaba fuerte, cuando estaba contento, él escuchó que Jezabel mañana a estas horas le iba a cortar la cabeza. Escuchó esa voz y entonces tuvo temor, pero se metió en una cueva, se puso debajo de un árbol y dijo: "Señor, me quiero morir".
¿Cuántos hemos orado así: "Señor no aguanto más, dejo todo, no quiero saber más nada con este trabajo, con esta familia, con esta esposa, esposo, con esta iglesia, con estos pastores, con estos presidentes, no quiero saber más nada". ¿Cuántos alguna vez quisimos dejar todo?.
Se le aparece el ángel y le dice: "Levántate y come porque largo camino te resta".
Voy a describir siete significados de : "largo camino te resta".
Primero
Largo camino me resta significa que todavía quedan muchas cosas por aprender. Elías, largo camino te resta, todavía hay cosas que no sabés. Elías sabía traer fuego del cielo, sabía resucitar muertos, sabía prosperidad, sabía orar por él. ¡No! Elías sabía orar para cortarle la cabeza a los demás, pero no sabía orar por su propia vida. Entonces Dios le dice: "Elías todavía hay cosas que no sabés, no sabés cómo moverte bajo presión y te resta largo camino porque yo te voy a enseñar cosas que todavía no conocés".
¡Dios nos va a enseñar cosas maravillosas!
¿Por qué Dios no le sacó a Jezabel rápido? ¿Por qué Dios no le dijo: "Tranquilo, la decapito yo a Jezabel y se terminó la historia?" ¿Por qué dejó viva a Jezabel? Porque hay veces que Dios te saca la tormenta y cambia la situación y hay veces que te deja la tormenta ¿Y por qué te deja la tormenta? Para cambiarte a vos, porque lo que uno aprende bajo tormenta, no se lo olvida más. Por eso Dios te deja a veces la crisis para que lo que aprendas ahí, no se te olvide jamás. Porque si te saca rápido a Jezabel, creés que sabés todo. Un legalista dice: "Todo lo que yo sé de Dios, es todo lo que existe".
¡Todo lo que vos sabés, no es todo lo que existe de Dios!
Todavía nos queda un largo camino. Dios nos va a enseñar cosas nuevas de prosperidad, de fe, nos va a enseñar a orar mejor por los enfermos, nos va a enseñar cosas nuevas de su gloria, nos va a enseñar cosas que no sabemos porque largo camino nos resta.
Dios nos va a enseñar cosas nuevas para funcionar mejor, para movernos más rápido. Si le decís a un tonto todos los días "tenés que bañarte", el tonto el sábado se baña siete veces para recuperar lo que no se bañó antes.
Dios nos va a enseñar porque todo lo que sabemos no es todo lo que existe. Jesús no le hizo sanidad interior de las cuatro puertas a nadie, Él sólo le dijo: "Sé sano, sígueme, levántate". Dios nos va a enseñar cosas que todavía no sabemos. Viene aprendizaje nuevo. "Elías tranquilo, pero no sabés orar por tu vida bajo presión, tranquilo, largo camino te resta , yo te voy a enseñar lo que no sabés".
No tenemos que orar que las cosas cambien, sino "cámbiame a mí".
No tenemos que orar "Señor, que esto sea más fácil" sino "Señor, hazme mejor".
No tenemos que orar: "Padre, dame menos problemas" sino "Señor, dame más capacidad".
No tenemos que orar: "dame menos retos" sino "dame más sabiduría".
Dios nos va a enseñar cosas maravillosas. Todavía te queda mucho por aprender. No sabemos nada del Señor pero vamos en camino porque nos resta un largo aprendizaje de cosas nuevas.
Segundo
Largo camino me resta significa que hay más bendiciones para mí. "Elías hiciste caer fuego del cielo, no terminó, hay más bendiciones, no llegaste a la cima, hay más y más".
Hay personas que logran algo y se la creen. No, la vida en Cristo es una fiesta. ¿Cuántas veces fuimos a una fiesta y de entrada nos comimos todo, y después llegó la comida verdadera, pero no teníamos espacio porque nos comimos todo?
Tengo una buena noticia: hacé lugar en tu espíritu porque Dios te ha bendecido hasta hoy pero hay más, más prosperidad, más bendición, más desafíos, más éxitos, más sueños, porque largo camino te resta. "Elías no viste todas las bendiciones mías, yo te daré más bendiciones".
Algunas personas dicen: "Ahora yo ya no puedo venir tan seguido porque Dios me dio trabajo". Pero cuando no tenían trabajo venían destruidos a la iglesia. "Yo ahora no puedo venir porque tengo coche". Pero no se termina ahí la bendición de Dios, vienen cosas más grandes. No te encierres con la bendición que Dios te ha dado, hay más prosperidad, más bendición, más avances, porque largo camino te resta.
En una reunión con el intendente de San Isidro, había varios pastores, uno levanta la mano y le dice: "Intendente yo le quiero pedir si me puede poner la lamparita en la esquina de la iglesia"; otro le dice: "Yo le quiero pedir si me puede cortar la cuadra para hacer un impacto evangelístico". Cuando me fui pensaba, las cosas que le pidieron al intendente demuestran que tenemos que expandir nuestra visión. ¡Hay quienes juntan ochenta personas en un lugar y ya creen que están en avivamiento!
Hay cosas más grandes, bendiciones más grandes, el trabajo que viene es mejor que el que tenemos, el coche es bueno pero el que viene es mejor. Porque con Dios vamos de gloria en gloria y de bendición en bendición. Hacé lugar en tu corazón porque largo camino te resta. Declará: "Vienen más bendiciones para mí".
Tercero
Largo camino me resta significa que mi futuro será magnífico. Jezabel le dijo: "Mañana Elías, te cortaré la cabeza". Se le apareció Dios a Elías y le aseguró: "Mañana no, largo camino te resta" Traducido: "Aquí el que decide cuando el partido se termina no es Jezabel, sino yo el Señor, y yo te digo Elías, que mañana no se termina, va a seguir porque largo camino te resta; mañana habrá un futuro magnífico". El diablo no tiene poder ni sobre la vida ni sobre la muerte porque nuestro futuro ha sido diseñado por el Padre.
Cancelamos todo diagnóstico terminal en el nombre del Señor y hablamos palabras de fe. Declaramos que larga vida nos resta, que mañana viviremos, pasado mañana viviremos, el mes que viene viviremos, el año que viene viviremos, y seguiremos porque Dios es nuestro Padre.
¿Quién es Jezabel para meterse con Elías? Hay un futuro glorioso para el pueblo del Señor, habrá victoria sobre tu vida y declará un futuro magnífico. Jezabel dijo: "mañana a esta hora". Vamos a suponer que eran las cuatro de la tarde. Y Dios declaró: "largo camino te resta". ¿Por qué no le dijo cuánto camino le restaba? ¿No era mejor decirle: "Elías te quedan cinco años todavía". Porque Jezabel te amenaza una hora pero las bendiciones de Dios te van a acompañar las veinticuatro horas, porque todo el camino que te resta, todo el futuro que te resta será bendecido. Te pueden amenazar por una hora, pero las veinticuatro horas serán bendiciones de Dios para Su pueblo.
Lo malo dura una hora, la bendición de Jehová dura toda una vida. Cada minuto y cada hora de nuestro futuro será bendecido, nadie puede tocar nuestro futuro. Jezabel no tiene autoridad sobre nuestro destino porque el Padre hoy nos trajo presencia de Dios que hay en este ministerio, largo camino nos resta.
¿Qué quiere decir que largo camino nos resta? Que el futuro va a ser magnífico. Porqué no le dijo Dios mañana a las ocho, a las diez te voy a bendecir. Le dijo largo camino te resta. No le dijo la hora de la bendición porque le estaba diciendo: "Yo te voy a bendecir de repente, yo te voy a bendecir en cualquier momento". Eso significa que en nuestro futuro vamos a tener una ansiedad ungida.
¿Cuántos son ansiosos ungidos? Se viene algo grande, algo poderoso, porque al paranoico lo persiguen los monstruos, pero a nosotros nos persigue el bien y la misericordia. Se viene una bendición, se va a abrir una puerta, viene gente a traerme finanzas, me van a proponer cosas grandes, me van a llamar desde afuera, voy a hacer grandes negocios. No hay hora para la bendición, todo nuestro futuro cuando lo ponemos en las manos del Señor, cada momento será un de repente.
Preparate, será cuando salgamos de acá, cuando vayamos para casa, a la madrugada, recibiremos un mail, un mensaje de texto, una carta, un fax, un llamado, un toque de timbre. No importa cómo pero Dios va encender tu de repente. Elías, largo camino te resta, preparate, ella a una hora te quiso cortar la cabeza, pero yo te voy a mantener porque dice Isaías 60: "Dios va a abrir las puertas de bendición sobre nosotros de día y de noche".
¿Qué significa eso? Significa que no va a haber horario para la bendición, te va a venir a las cinco de la mañana, a las diez, a las tres de la tarde, a la noche, no va a haber horario, no va a haber día porque Él siempre te va a sorprender. ¡Largo camino te resta!
Cuarto
Esta es mejor. Largo camino me resta significa que hay gente que saldrá de mi vida y otra gente que vendrá a mi vida. Si el camino es largo, hay gente en el camino, hay Jezabeles que van a salir. ¿Por qué Dios te manda una persona tonta, quejosa y negativa cada tanto? Para que vos le pidas que te enseñe cómo hizo para arruinarse la vida.
Algunas personas sirven como ejemplo, y otras sirven como advertencia. Toda la gente es de bendición para nosotros, porque a veces un tonto, cabezón, quejoso, amargado y negativo es para que vos aprendas de él, es gente de advertencia. Por eso Jesús dijo: "Acuérdense de la mujer de Lot".
Pero Dios te va a poner también gente de ejemplo, para que vos los imites, y a ellos no te los va a mandar una vez por mes sino varias veces por día. ¡Gente que te va a inspirar!
Elías dijo: "Sólo yo quedé con Jezabel" y Dios le estaba diciendo: "Elías te dejé a Jezabel para que aprendas lo que es una persona tonta y malvada, pero yo te digo algo, siete mil valientes están orando por vos". Por cada Jezabel Dios te va a levantar siete mil que darán la vida por vos, siete mil que te van a inspirar. Y le anunció: " Elías vas a ungir dos reyes y un profeta, vas a ungir a Hazael y a Jehú, reyes, y a Eliseo, profeta, y vas a caminar con ellos".
Dios te va a conectar con gente poderosa, con líderes de influencia, con gente de impacto nacional, no con gente con mente cerrada que cuida su quinta. Dios te va a colocar para que levantes y entrenes a otros. Elías pensaba que no tenía más nada para dar y Dios le dijo: "Elías, tenés unción para ungir reyes, profetas".
Dios te va a dar gente maravillosa que te va a insipirar. Algunos dicen: "Ay éste me lastimó". Elías sabía traer fuego del cielo, sabía resucitar muertos, sabía prosperar pero no sabía ser libre de la gente. Dios te va a tratar hasta que aprendas a morir a las Jezabeles, a la gente que habla mal de vos, a que se te muera todo para que puedas levantar a los próximos reyes y estés cerca de las siete mil personas que van a dar la vida por vos, se van a conectar espiritualmente por vos. Yo no soy de los que creen que en el cielo vamos a ser pocos, yo soy de los que creen que ganamos por goleada, arriba y aquí abajo también.
Cuando Elías se metió debajo del árbol, oró: "Padre, quítame la vida , yo no soy mejor que mis padres, quítame la vida". ¿Dónde oró eso? En el desierto. ¿Dónde ungió a Eliseo? ¿Dónde ungió a dos reyes? En el mismo lugar. Allí donde oraste derrota, en ese mismo lugar viene tu mejor victoria. Dios le mandó: "Vuelve por el mismo camino que viniste". Por el mismo camino que Elías iba a dejar todo, Dios le dio una revancha en el mismo lugar.
En la misma situación donde huiste y dejaste todo, Dios te va a hacer volver porque largo camino te resta. Preparate porque gente saldrá de tu vida, pero Dios traerá gente maravillosa, gente importante. Dios te va a poner Eliseos, te va a poner reyes, porque largo camino te resta.
Quinto
Largo camino me resta significa que mi liderazgo será humano. Hasta ese momento Elías había resucitado muertos, había multiplicado el pan de la viuda, había hecho caer fuego del cielo, no se había equivocado, no quería abandonar todo. Pero ahora él se quería morir, y Dios le dice que largo camino le restaba porque ahora su imagen de héroe, de salvador se había muerto. Ahora iba a tener su mejor liderazgo.
¿Por qué Elías no levantó a Eliseo cuando hizo caer fuego del cielo y resucitó al muerto, y lo levantó después que le vino esa depresión? Porque ahora era humano. Dios va a levantar gente humana, no gente perfecta, gente con pies de barro pero con tesoro de Dios en el corazón. Porque tenemos fe y victoria, pero no negamos nuestra humanidad, nuestro dolor, nuestros errores.
"Algo me falló, otra vez me desilusionó". Dios va a levantar gente humana. La gente quiere que camines sobre las aguas , que declares victoria, que levantes a los muertos. Pero Dios dice que ahora viene lo mejor, así con las fallas que has tenido, loco como estás, vas a ungir a los mejores porque Dios va a levantar gente de carne y hueso, no fanfarrones espiritualoides.
El profeta Samuel iba a ungir al rey, le presentan a todos los hijos de Isaí y dice: "Éste va a ser el rey". Y Dios le contesta: "No, ése no es, es muy perfecto" Viene David que olía a feo, a humanidad y Dios declara: "Éstos son los mejores, no los que se la creen, la gente que se cayó pero que se vuelve a levantar, la gente que se equivocó pero dicen largo camino me resta".
Yo profetizo que Dios te va a usar con poder y declaro que en tu vida y en tu ministerio y en esta casa nos resta largo camino. Se vienen cosas grandes, vamos a aprender cosas nuevas, vienen nuevas bendiciones, tendremos un mañana magnífico. Gente de ejemplo vendrá y de advertencia saldrá. Tendremos un liderazgo marca humano, y disfrutaremos el momento, disfrutá ahora, y lo que se viene será glorioso.
Largo camino te resta significa que todavía no vimos toda la gloria del Padre. Dios nos va a mostrar una gloria nueva. Elías estaba en la cueva y Dios le dijo: "¿Elías qué haces aquí?" Dios fue hasta la cueva. Dios va a ir a tu misma cueva a buscarte porque la cueva no es nuestra herencia, nuestra herencia es largo camino en la ciudad. Y cuando Elías salió vino un viento y él lo vio pero Dios no estaba ahí. Vino un terremoto, y Elías miraba, pero no estaba ahí Dios. Vino fuego y Elías miraba, pero ahí no estaba Dios. Y de pronto vino un viento suave y Dios estaba ahí.
Dios ha diseñado una gloria especial para sacarte de tu cueva. Dios ha diseñado una unción personal para tu vida. ¿Por qué el terremoto? Porque eso significaba la vida pasada de Elías. Viento, terremoto, fuego pero Dios no estaba ahí. Le estaba diciendo: "Elías, yo estuve ahí cuando vos estuviste ahí, pero como vos ya no estás ahí, yo ya no estoy ahí, y como vos estás acá ahora yo estoy acá".
Dios se va a mover con vos, Él ya no está en tu pasado porque el pasado ya se fue pero Dios nos ha seguido acompañando hasta aquí. Dios va a diseñar una unción especial con tu nombre, una unción sanadora, una unción restauradora. Le hablo a la gente que ha perdido familiares, a la gente abusada, lastimada, depresiva, calumniada, triste. Hay una unción diseñada para tu dolor que te sacará de allí, todavía no hemos visto toda la historia porque largo camino nos resta.
A pesar de la situación que estás pasando, Dios diseñó una gloria Suya que nunca viviste para sacarte de ahí. Lo vas a experimentar, vas a salir de la cueva. Dios mandó fuego, terremoto, viento pero no estaba ahí, porque Dios ha diseñado una unción para cada lugar.
Cuando vayas a un lugar no digas "acá, no está Dios", porque Dios llegó primero que vos. Cada lugar está lleno de Dios y cuando uno llega debe activarlo. Por eso nunca debemos decir: "este barrio es difícil, este trabajo es difícil". Ahí está Dios esperándote y tu tarea es que digas "yo voy a activar la gloria del Señor".
Se viene gloria nueva del Padre, Dios nos va a acompañar en cada momento de nuestra vida, y cuando mires para atrás Dios no estará porque tampoco estamos allí nosotros. Pero hoy Dios está aquí con nosotros y por el mismo camino que Elías huyó, por el mismo camino volvió, pero distinto con gloria nueva. Dios te va a enviar preparado, ungido y bendecido. No vamos a abandonar nada, sino que vamos a tomar la toalla blanca que una vez soltamos y la vamos a quemar porque largo camino nos resta.

sábado, 21 de abril de 2012

A nadie le importa lo que a mi me pasa por Alejandra Stamateas


Salmos 139:1-5 " Señor, tú me examinas, tú me conoces. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; aún a la distancia me lees el pensamiento. Mis trajines y descansos los conoces; todos mis caminos te son familiares. No me llega aún la palabra a la lengua cuando tú, Señor, ya la sabes toda. Tu protección me envuelve por completo; me cubres con la palma de tu mano."


¿Te ocurrió alguna vez esto? que estás preocupada por los demás, pero cuando a vos te pasa algo nadie te registra. Es muy común que nos pase a las mujeres, pero hoy traigo la solución para este problema.
Este Salmo es una poesía para Dios, es impresionante describir como Dios nos cuida, nos quiere, nos protege, está todo el tiempo pendiente de nosotras.
Y hoy vamos a hablar de como Dios, está pendiente de nosotras.
Cuando nosotras decimos: ¡a nadie le importa lo que a mí me pasa! lo estamos diciendo porque creemos que es así y en realidad no es así, porque tal vez hay mucha gente que está pendiente de nosotras, y sí le importa, pero nosotras sentimos que no le importamos a nadie; o puede ser que realmente no le importes a nadie, que lo que vos decís sea verdad, no le importas a nadie, los de alrededor actúan de esa manera porque tal vez vos no les decís lo que estás necesitando, a veces las mujeres tenemos necesidad de hablar, de que alguien nos abrace, que nos dé un beso, que nos acaricie, y sin embargo retenemos eso que queremos y no se lo comentamos a nadie, y estamos esperando que el otro tenga la bola de cristal, adivine lo que nosotras queremos y que lo haga. Yo quiero decirte que nadie tiene la bola de cristal, si vos no le decís lo que querés nadie te va a poder hacer algo, porque vos tenés que expresar lo que querés, si querés un abrazo pedilo, si querés un beso pedilo, si querés que te escuchen, que se sienten a conversar con vos, tenés que pedirlo porque nadie es adivino. Tal vez cuando tenemos un problema o necesitamos del otro, el otro de nuestra familia no está, porque lo acostumbramos de esa manera, tal vez siempre nos mostramos como las fuertes, como las que tenemos la solución de todo, como las que siempre estamos ahí para sostener y apoyar y que nunca necesitamos de nada, y nuestra familia se acostumbro a eso, se acostumbro a vernos a nosotras como las fuertes, como las que nunca lloran, como las que nunca necesitan nada, como las que nunca necesitan una caricia, un abrazo, se acostumbraron y por más que lo necesites creen que no lo necesitás. También a veces no recibimos esa contención o ese cuidado o ese afecto, parece que a nadie le importa lo que nos pasa, porque no sabemos en realidad exactamente qué es lo que necesitamos, y los otros no saben exactamente qué es lo que nos tienen que dar, por eso es muy importante que los de nuestra familia sepan muy bien cuando nos sentimos mal y cuando estamos necesitando la compañía, el abrazo, la caricia, el beso o la escucha del otro. Decile a la persona que tenés al lado, decile: expresate, hablá lo que necesites, el que no habla no recibe, el que no pide no recibe. ¿Cuántas alguna vez tenían ganas de recibir un abrazo o un beso pero no lo pudieron expresar? si vos no lo expresas el otro no tiene la bola de cristal y ese es el primer punto que quiero que tengamos bien en claro.

Las mujeres muchas veces, sufrimos lo que yo llamo el síndrome de Eliseo: de la viuda de Eliseo, que va a la casa de una viuda que estaba en deuda y si no pagaba la deuda, se le iban a llevar los hijos, entonces llega Eliseo y le hace una pregunta ¿qué tienes en tu casa? y lo primero que le contesta la viuda es nada, ¿por qué? porque la viuda vivía en esa casa, estaba acostumbrada a mirar todos los días las paredes de esa casa, se había acostumbrado a cada rincón de la casa y todo lo que había en la casa le parecía algo de todos los días, algo ordinario, no se imaginaba que hubiera en su casa algo especial con lo cual el profeta pudiera hacer un milagro y eso es lo que nos pasa en nuestra familia, nos ven siempre, somos paisajes repetidos y se acostumbraron a nosotras, no piensan que tal vez necesitamos algo, es más, piensan que no necesitamos nada, que está todo bien porque no hablamos, porque no pedimos, porque no manifestamos, entonces el otro ya está acostumbrado a vernos todos los días en el mismo lugar de la casa, haciendo las mismas cosas, saliendo a la misma hora, volviendo del trabajo a la misma hora, ya es un paisaje rutinario, y todo el mundo piensa que no te pasa nada, que no necesitás nada y por lo tanto vos sentís que no le importás a nadie. Por eso cuando una mujer siente que no le importa a nadie lo primero que hace en la casa es quejarse ¿cuántas se quejaron alguna vez? Todas. La queja es como un deporte favorito para nosotras las mujeres, creyendo que si nos quejamos vamos a arreglar algo, cada vez que vos te quejes, si querés hacerlo, hacelo, pero tu queja siempre tiene que tener un destino. Si te vas a quejar, que esa queja tenga un destino, o sea que esa queja tenga una resolución, tenga un final, porque si no, se convierte en un deporte, si te quejas para no tener una solución, la queja se convierte en un deporte y llega un momento que nadie nunca más te escucha, porque sabe que sos una quejosa y eso nos pasa mucho a las mujeres, nos enganchamos en la queja pero no le damos un destino a la queja, no estamos pensando cómo vamos a resolver ese problema, queremos que el otro nos resuelva el problema pero no queremos buscar nosotras la salida a esa queja.

Si me quejo tengo que tener un destino sino la queja no sirve. ¿Qué es lo que tenemos que hacer cuando empezamos a sentir y empezamos con esa pequeña queja interna? yo al final me encargo de todo el mundo, ahora que yo estoy mal nadie se acuerda de mi, ahora que estoy mal nadie me pregunta, nadie me tiene en cuenta, me ignoran, me ven que estoy mal pero igual me siguen cargando con cosas, esa queja interna si no tiene destino se va a transformar para vos en una frustración y no vas a llegar a ningún final; por eso a la queja le tenés que dar un final, esto no puede seguir así, yo tengo que moverme para encontrar una solución, no es el otro que se tiene que mover, porque a la que le molesta eso es a vos, no esperes que algo que te molesta a vos se mueva el otro para corregirlo, si te molesta a vos, la que tiene que moverse para corregirlo sos vos. Eso no está muy lindo pero es así, si vos decís: es mi marido el que tiene que hacer, mi hijo el que tiene que hacer, no es así, si a vos te molesta algo, la que se tiene que mover para darle un final, para darle un destino a esa queja y que te funcione a vos, sos vos. La que me tengo que mover soy yo.
Hay tres actitudes que tenemos que tener cuando esa queja aparece, nadie me escucha, nadie me da importancia, parece que soy invisible en este lugar, nadie me tiene en cuenta. Vas a tener una inteligencia superior para resolver los conflictos cotidianos.

Primero: tengo que afirmar mis fortalezas
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Cada vez que en tu vida, y esto es para todos tus momentos de debilidad, cada vez que te aparece la depre, que te sentís mal, que sentís que no servís, que no lo vas a lograr que a vos nadie te da importancia, que no vas a salir de ese problema, cada vez que viene ese momento de debilidad, lo primero que tenés que hacer es afirmar tus fortalezas.
¿Qué son las fortalezas? porque toda la vida nos enseñaron que nuestras fortalezas eran lo que sabíamos hacer muy bien, que una fortaleza es lo que te sale bien, si vos cocinas bien ese es tu fuerte nena, esa es tu fortaleza, mentira. ¿Qué es una fortaleza? es algo que te hace fuerte, por ejemplo: ¿cuántas cosas vos haces en el día que te salen muy bien?, dos o tres cosas que haces en el día que te salen muy bien, vos crees que esas son tus fortalezas pero hay cosas que te salen muy bien, pero que sin embargo te aburren, te debilitan y te sacan fuerzas. Vos las hacés muy bien, todo el mundo te dice como vos hacés las milanesas y a vos lo que más te cansa es estar friendo milanesas, pero vos no podés no hacerlas porque no te permitís no hacer eso, porque ya todo el mundo te dice: que bien que las hacés, no te permitís no hacerlo porque sos una mujer híper-responsable. Seguís haciendo cosas que te salen muy bien pero que te aburren, que te quitan fuerza, que te quitan alegría, que te quitan energía, y en definitiva se te transforma en una debilidad, porque te hace débil mientras lo estás haciendo, no te gusta, lo haces muy bien pero no te da alegría, no te da placer, no lo disfrutas y eso te quita fuerzas, esa es una debilidad.

Debilidad es lo que te quita fuerzas, lo que te quita energía, lo que te hace sentir floja, decís otra vez tengo que hacer esto, o ir a tal lugar, no te da placer, no te da gozo hacerlo.
Fortaleza: es aquello que te trae fuerzas, tal vez no seas muy buena haciéndolo, pero te genera una energía, vos lo hacés y estás contenta, no ves la hora de hacer eso, no ves la hora de que alguien te pida hacerlo, porque a vos te rejuvenece, te da placer, te hace reír, parece que pasan las horas y es como si fueran cinco minutos, eso que te trae fuerza es fortaleza.
¿Qué es lo que te trae fuerza en el día? ¿Qué es lo que hacés con mucho placer en el día?
Vender, andar en bicicleta, mirar vidrieras, hacer gimnasia a las cinco de la mañana, besar a mi nieto, comprar ropa, viajar, tocar el piano, cantar, atender la panadería, estar con gente, ir a bailar, cada una de nosotras hay algo en el día que hace que te genera fuerzas nuevas, no ves la hora de hacerlo, querés hacerlo, esa es tu fortaleza, lo otro, lo que te debilita que tal vez lo hagas muy bien, que seas la única, que todo el mundo te lo elogia, que a los demás les parece bárbaro, tal vez te quite fuerza. Cada vez que estés pasando por un momento de debilidad empezá a hacer lo que te fortalece y dale valor a lo que te fortalece, porque vos decís, eso son caprichitos míos, o alguien te dijo, eso es un capricho tuyo, no es un capricho, si a vos te hace bien, tenés que repetirlo para que te fortalezcas cada vez más y puedas superar ese momento de debilidad. ¡Ay pastora! no puedo estar todo el día mirando vidrieras, ¿por qué no? si te hace bien, pero no puedo estar tres horas andando en bicicleta, ¿por qué no? si te hace bien y cuando termines esas tres horas vas a ser una mujer que puede enfrentar cualquier situación, porque te metiste adentro fuerzas. Lo que pasa es que estamos acostumbradas a que en la vida todo tiene que ser equilibrado, esa palabra no me gusta, todo tiene que ser equilibrado ¿por qué? ¿Quien dijo que tiene que haber un poquito de dolor y un poquito de felicidad? vos tenés que desequilibrar la balanza de tu vida y tenés que desequilibrarla para el lado de lo bueno, para el lado que te trae fuerza no para el lado de lo malo.

Hace esa actividad que te hace sentirte fuerte, que te da vigor, empezá a tomar tu fortaleza con seriedad, porque cuando vos empezás a tomar tus fortalezas, eso que recién dijeron eso de andar en bici, ir a correr, hacer gimnasia, prepararme un té, estar a solas, ir a charlas con mis amigas, no sé, lo que sea, mirar media hora la televisión, me relaja, me tranquiliza, leer el diario, tocar el piano, lo que sea, esas cosas sencillas y simples que vos sabés que las hacés con alegría, con pasión y cuando terminás de hacerlas dijiste ¡que bueno! me siento bien, eso tiene que crecer en tu vida, tenés que tomarte en serio porque a veces nos tomamos muy en serio nuestras debilidades, pero no nos tomamos en serio nuestras fortalezas y cuando vos te tomas en serio tus fortalezas y empezás a repetirlas, a hacerlo sistemáticamente, si me hace bien ¿por qué no lo voy a hacer? si me gusta, si me da energía nueva ¿por qué no lo voy a hacer? si no estoy haciendo nada malo, al contrario, estoy haciendo algo bueno para mi vida, voy a hacer que la balanza se desnivele para lo bueno, para mi fortalezas y voy a hacer que la vida valga la pena ser vivida.

Vos no necesitás equilibrio en tu vida, vos necesitás plenitud, cuando alguien te dice: te la pasas muchas horas dentro de la iglesia, es porque eso me trae plenitud y lo voy a seguir haciendo, y si tengo que aumentar las horas lo voy a hacer, porque yo voy hacia mi fortaleza. Regálate, provéete momentos de fortaleza, regálatelos, momentos que te hagan sentirte fuerte sin tener culpa, y cuando él te dice: ya fuiste dos veces a caminar y ver vidrieras, porque lo necesitaba, me hizo bien, me fortaleció, no será mucho, nunca es mucho cuando tiene que ver con mi salud, todo lo que pueda hacer que me haga bien, lo voy a seguir haciendo. Pastora, la vida no es tan sencilla como dice usted, porque todavía no te tomaste en serio tu fortaleza, todavía no te das cuenta lo que se produce dentro tuyo, en tu mente y en tu cuerpo cuando hacés algo que te fortalece, todavía no te diste cuenta porque el día que te des cuenta, que haciendo eso que parece para otro un capricho, a vos te llena de energía y te ayuda a seguir adelante en el resto del día para enfrentar cualquier situación, cuando te lo tomes en serio no lo vas a querer soltar y cada vez vas a querer un poco más. ¿Cuántas quieren un poco más?
Segundo: cuando estoy débil tengo que construirme una familia informal.
Porque la familia que tenemos es la familia formal tus padres tus hermanos, tu pareja, tus hijos, tus nietos, esa es tu familia formal, pero a veces cuando estamos mal y vos sos figurita repetida, no se dan cuenta que los necesitás, no es por malo, sino por todo lo que vimos antes, porque tienen ese hábito, esa costumbre, porque están metidos en sus cosas, por lo que sea, porque nosotros los acostumbramos de esa manera, tu familia formal no se da cuenta de eso, por eso tenés que construir una familia informal. Eso lo hacía Jesús, tenía su papá, tenía su mamá, tenía hermanos carnales, pero sin embargo Jesús se construyó una familia informal, él tenía los discípulos, tenia a María a Marta, a Lázaro, él un día agarro a Zaqueo y dijo, me voy a comer a tu casa, él mismo se invito a la casa de Zaqueo porque él quería construir esas relaciones, esa familia informal. ¿Qué es una familia informal?, es rodearte de gente que tal vez no tenga mucha intimidad con vos, pero que vas a poder contar en algún momento de tu vida. Vos tenés que hacer esas relaciones conociendo gente, por ejemplo, todos los días vos vas a comprar carne al mismo carnicero, ya sabes que en algún momento vas a poder contar con el carnicero, no sé para qué, pero ya son conocidos, siempre salís y hablás con la misma vecina de barrio, ¿por qué hablás con esa vecina? estás construyendo una familia informal, tu vecina pasa a ser parte de tu mundo, y cuando tu marido te de vuelta la cara, cuando tus hijos se vayan a la escuela y no te escuchen, vos sabés que tenés a la vecina para hablar de eso que te está pasando. ¿A cuántas les paso alguna vez? fueron al ginecólogo, estaban ahí y se pusieron a llorar y el ginecólogo le dijo ¿le duele señora?, no es que tengo un problema y le largaste todo el problema emocional que tenías, que te habías peleado con tu marido, que tu hijo se fue de la casa, y llorabas y decías: discúlpeme doctor, y le hablás de tus dramas a cualquiera, decís como me gustaría encontrar a alguien y largar todo lo que tengo, porque las mujeres como siempre te digo, nos sanamos hablando, a medida que las mujeres vamos hablando de lo que nos pasa, nos van viniendo las soluciones a eso, por eso no necesitamos que el otro nos dé una solución, necesitamos que el otro nos escuche, nada más, que esté parado y nos escuche.

Por eso, como vos sabés que necesitás hablar, necesitás construir esa familia informal, buscate gente que veas todos los días, si vas a un banco a cobrar la jubilación, anda siempre al mismo cajero, siempre a la misma, no vayas a otra, que te atienda la misma chica, el mismo chico siempre, y anda construyendo una relación, en cualquier momento, vos no sabes cuándo, vas a necesitar, tal vez un día estés mal, tu familia formal te de vuelta la cara por lo que sea, y vos tenés a alguien, por eso es tan importante que vengas acá, vos cada vez que venís acá, construís esa familia informal y tenés una pastora con la que podés hablar, tenés una líder con la que podés hablar, tenés amigas que vienen a tu mismo grupo que podés pedirle oración, contarle cosas, y eso es importantísimo, tenés que construirte esa familia informal para que no dependas siempre de la misma gente para tu sanidad.

Dios se va a encargar de posicionar gente en lugares correctos para que puedan servirte en el momento correcto, Dios te va a poner personas alrededor que hoy tal vez no le das importancia, pero están puestas estratégicamente por Dios, son las armas secretas de Dios para soltarse en el momento que vos estés necesitando que alguien te cuide, que alguien te abrace, que alguien te entienda, ahí están las armas secretas de Dios. Esa persona con la que vos hacés una relación, que tal vez decís, pero es el carnicero, la verdulera, la panadera, vos imagínate, una mujer va a su panadería, viene angustiada, le pasó de todo y ella está ahí y esta mujer hace una conexión, que mejor que le toque una panadera que venga a Presencia de Dios, que lo que le diga le va a hacer bien. Está puesta ahí estratégicamente y vos sos un arma secreta de Dios para otra persona que en algún momento te va a necesitar y Dios te va a revelar delante de esa persona, para que le des la contención, la ayuda y el abrazo que necesita. Yo soy un arma secreta de Dios.

Somos armas secretas de Dios que vamos a ser reveladas en el momento correcto. Dice la palabra que Dios hace habitar en familia a los desamparados y cuando vos te sentís desamparada tenés que haberte construido una familia informal, no estés sola, no dependas siempre de la misma gente para que te aconseje, para que te ayude, busca otra gente, decís: pero yo le di todo a mi familia, me maté, por más que te hayas matado si el otro no te quiere dar nada, no te lo va a dar, por eso vos tenés que formarte un equipo de gente y no siempre: yo esperaba de vos, ármate de gente, de una familia y en algún momento la persona va a estar ahí para que pueda contenerte en el momento de la dificultad.

Soy una mujer de alto potencial.

Esto lo tenés que creer. Tenemos tan alto potencial en nuestra vida, que Dios ha puesto, y muchas veces ustedes se van a dar cuenta que les cuesta mucho explicar lo que les está pasando, poder poner en palabras lo que estás sintiendo internamente, que decís, no sé como explicártelo y va a ser muy difícil que alguien te entienda. Yo una vez dije que las mujeres no somos complicadas, sino sofisticadas, y esa es una realidad porque tenemos un alto potencial, hay mujeres que tienen un alto potencial que por más que quieran explicar lo que les está pasando, no pueden ponerlo en palabras, porque es algo sofisticado lo que están sintiendo y hay gente que nunca te va a poder entender por más que ponga todas las pilas para entenderte y es porque sos sofisticada, porque tengo un alto potencial.
Por eso tenemos que cuidar los momentos intensos de nuestra vida, tenemos que aprender a cuidarnos, esos momentos valiosos, esos momentos que son de oro, esos lugares, esa gente, esos espacios que nos hacen bien, que nos sanan, que nos hacen reírnos, ese segundo, el día que beso a mis nietos, esos momentos de alto nivel los tenemos que cuidar, los tenemos que atesorar y los tenemos que sostener en el tiempo, y repetirlos las veces que sean necesarios hasta que estemos bien, porque si siempre dependemos de los demás, la queja va a ser permanente. Por eso a la queja le tenemos que buscar un final, le tenemos que dar un destino yo voy a hacer esto para salir de esta queja y no tener nunca más que quejarme y que me falte algo, yo me voy a dar momentos de excelencia en mi vida, yo me lo voy a procurar, me los voy a regalar, voy a hacer cosas para mi vida que me hagan bien aunque este en el peor momento de mi vida, voy a buscar lo que me fortalece, lo que me hace bien, lo que me edifica como mujer, lo voy a buscar y me lo voy a regalar para mi misma.
Traje el jarrón de la abuela, te imaginás los años que tiene, alguna debe tener en la casa uno así, el jarrón de la abuela, si se llega a romper me mata porque para la abuela era valiosísimo, pasó de generación en generación, yo voy a pedir que vengan cinco mujeres, una separada de la otra, yo le voy a hacer entrega a una de ustedes del jarrón de la abuela, que a nadie se le caiga el jarrón de la abuela, porque a la primera que se le cae cien mil pesos me tienen que pagar, por lo menos, porque tiene años, yo se los voy a dar, se lo tiene que pasar una a la otra con sumo cuidado, como si estuvieran agarrando algo frágil pero con sumo cuidado. Por favor, no sé si dártelo con sumo cuidado, tenelo fuerte, despacio, ojo de ponerle la uña, despacio, con delicadeza, me lo pasan a mi ahora, ¿que sintieron ustedes mientras lo iban pasando? algo frágil, que había que cuidarlo, mucho cuidado, miedo un poco y yo les metía presión encima, que era algo delicado, que había que tratarlo con delicadeza, vos dijiste yo estoy segura que no se me va a caer, que lindo que es, hay que cuidarlo, eso es lo que tenés que hacer con tu vida, con tus momentos únicos, tratarlos así, tenés que aprender a tratarte de esta manera, a sostenerlos en el tiempo y a decir: esto me hace bien, esto es una caricia para mi vida, esto hace que yo me sienta feliz, lo voy a cuidar, lo voy a sostener en el tiempo, y cuando alguien quiera tocarte lo que es tuyo le vas a decir: no, porque este momento es un momento que me regale para mi, lo voy a disfrutar porque es mi momento de fortaleza. Aprendé a cuidarte, aprendé a quererte, aprendé a tratarte bien vos a vos misma, no esperes que los demás hagan lo que vos no podés hacer con vos.

Así tenés que hacer con tus buenos momentos, protégelos de cualquiera que te los quiera robar, protégelos de cualquiera que te diga eso es un caprichito y vos ya estás grande, de cualquiera que te diga: pero vos no podés darte ese lujo, protégelo, cuidalo, agarrate, abrazate a vos misma, sos lo más valioso que tenés, no hay nada más valioso que tu vida, no es ni la ropa que te ponés, no es ni la casa que tenés, no es la familia que construiste, vos sos lo más valioso y si vos no te cuidás los demás no van a cuidarte, no esperes eso de los demás, los demás podrán tener una atención con vos, los demás podrán decir ¿qué le pasa a esta loca que cuida ese jarrón? no es para tanto, tampoco vale tanto, pero es mío y lo que es mío, es mío, y yo lo cuido porque es mío.

No lo suelto, no lo dejo ir, es el momento de la puerta que Dios me ha dado.
David. Si hubo un hombre ninguneado fue David, si hubo un hombre que no podía contar ni con el reconocimiento, ni la palabra de apoyo, ni de aliento, de sus hermanos ni de su padre, fue David, porque había sido rechazado, él iba a la casa, entraba después de trabajar de estar en el campo, llegaba a la casa y era un don nadie, era invisible para su padre y para sus hermanos, nadie lo tenía en cuenta, ni para los grandes acontecimientos ni para los pequeños, solo se sabía que él iba a cuidar las ovejas de su padre. Cuando se levantaba temprano a la mañana, se iba a las cinco de la mañana al campo, lo único que escuchaba era meee, nada más, no había reconocimiento, no había una palabra de esperanza de parte de las ovejas, ni apoyo, él estaba solo y en su soledad él descubrió la compañía de Dios, porque cuando estás sola, ahí realmente descubrís la compañía de Dios, lo que decía este Salmo que leíamos, y David entendió, él decía: "tu protección me envuelve por completo" porque estaba solo en medio del campo, acostado en la cama solo, y decía: tú protección me envuelve por completo, me rodeaste, estás conmigo en todo momento, en medio de la soledad él descubrió la compañía del Señor, dice tal conocimiento es demasiado maravilloso para mi, que me cubrís, que me rodeas, que me entendés como nadie, que adivinás mi pensamiento aun antes de que yo te lo diga, que decís la palabra que está en mi boca antes de que yo la exprese, eso es demasiado maravilloso para mi, que a mi nunca nadie me entendió, que a mi nadie me leyó lo que yo quería, que a mi nunca nadie me hizo una caricia, me dio afecto, para mi lo que vos hacés Dios, es algo tan maravilloso, tan sublime, alto es, no lo puedo comprender, ¿y saben por qué Dios era el único que lo podía entender? porque él era un hombre de alto potencial, porque él estaba siendo preparado para ser un rey, y bueno, no cualquiera entiende a los reyes, él no podía haber sido entendido nunca ni por su padre, ni sus hermanos, ni por nadie, salvo por Dios, porque era un hombre de alto potencial, Dios lo estaba preparando en la soledad para luego ser rey y luego ser visto por muchos. Hay una reina dentro tuyo, hay un alto potencial, el único que puede entenderte es papá, santo.

Cuando llega la unción es el momento que me das fuerzas, disfrutá del momento único, es tuyo. Cuando Dios le habló a Adán y a Eva de la consecuencia de su error, le dijo a Eva: tu marido se va a enseñorear de vos y tu deseo será para él, y le estaba diciendo, como te concentraste en él, en ese hombre en vez de concentrarte en mi, ahora vos vas a querer que ese hombre te supla a vos todas tus carencias, necesidades, todo lo que te falta se lo vas a exigir y se lo vas a pedir a él, porque estás concentrada en él, pero le estaba diciendo, si te atrevés a concentrarte en mi, yo soy el que voy a suplir cada una de tus necesidades, hacé crecer los momentos de tu fuerza que es cuando estás delante de la presencia de Dios, en ese mismo momento tu fuerza crece y en ese mismo momento Dios es el que dice: yo te estoy rodeando con mi mano, te estoy cubriendo y te estoy soltando lo que estás necesitando para tu vida, yo soy el que puedo entender tu lucha. Dios te sana, fuerzas nuevas fuerzas del cielo.
Sentí la presencia el derramamiento del poder, el derramamiento de nuevas fuerzas, es un momento único, cuidalo y protegelo.
¿Qué es lo que te hace fuerte? ¿qué es lo que hacés que te hace fuerte? que te da alegría, que te gusta hacerlo, que parece que no pasan las horas, que te renueva, que te hace una mujer más ágil, más divertida, ¿qué es? descubrilo y desequilibrá la balanza de la vida, empezá a regalarte más momentos que te traigan fuerzas, aunque los demás te digan que es una pavada, aunque los demás te digan no te lo merecés, aunque vos misma tengas culpa de hacerlo, hacelo igual, cuanto más fuerte seas, más vas a poder tomar decisiones tomadas de la mano de Dios, las mejores decisiones. Gracias papá.
La unción es la fuerza. Si tenés tu momento de fuerza de todos los días, levanta la mano y levantá la otra mano, si tenés momentos de debilidad, una es la fuerza otra es la debilidad, yo quiero que bajes la de la debilidad y vayas subiendo, creciendo cada vez más la de tu fuerza, pero con eso pastora, salir a andar en bici, ver vidrieras, si, que crezca eso te fortalece, te hace bien, que crezca, necesitás hacerlo más seguido, claro que si, buscate el tiempo, buscate el tiempo para hacer lo que te hace bien, lo que te fortalece, y anda bajando haciendo cada vez menos, lo que te debilita, eso tiene que ver con vos, yo no te puedo decir que te fortalece o te debilita, eso es algo que vos tenés que decidir, pero hacé crecer lo que te hace bien, ármate una vida llena de alegría, armate una vida con cuidados, donde te cuides a vos misma, nada más importante que aprendas a cuidarte, si vos te cuidás vas a soltar una energía y una fuerza que los demás solitos se van a contagiar, ni siquiera vas a tener que hacer esfuerzo para ayudar a otros, va a fluir y los demás se te van a pegar, van a querer ser tu familia sustituta. Amén.
Vamos a sellar tu fortaleza, vas a hacer un esfuerzo en este tiempo para darte más momentos buenos para tu vida, porque algunas van a tener que esforzarse, porque la culpa la va a atacar enseguida, ¡no! pero ¿cómo voy a hacer eso?, ¿cómo voy a perder el tiempo?, ¿que van a decir de mi? si tengo que hacer otras cosas no soy responsable. Vas a empezar a ser responsable con tu vida y vas a empezar a crecer, los momentos de fortaleza, esos momentos únicos, no como una lluvia, tiene que ser como una tormenta que venga del cielo, cuando mejor te sentís vos, mejor se van a sentir los demás.


Por Alejandra Stamateas

Las dos crisis de la Media Vida por Bernardo Stamateas



Marcos 7:25-30
"Muy pronto se enteró de su llegada una mujer que tenía una niña poseída por un espíritu maligno, así que fue y se arrojó a sus pies. Esta mujer era extranjera, sirofenicia de nacimiento, y le rogaba que expulsara el demonio que tenía su hija.
-Deja que primero se sacien los hijos- replicó Jesús, porque no está bien quitarles el pan a los hijos y echárselo a los perros.
-Si, Señor-respondió la mujer-, pero hasta los perros comen debajo de la mesa las migajas que dejan los hijos. Jesús le dijo: -por haberme respondido así puedes irte tranquila el demonio ha salido de tu hija. Cuando ella llegó a su casa, encontró a la niña acostada en la cama. El demonio ya había salido de ella."
Lucas 18:2-5
"Les dijo:<Había en cierto pueblo un juez que no tenía temor de Dios ni consideración de nadie. En el mismo pueblo había una viuda que insistía en pedirle: Hágame usted justicia contra mi adversario. Durante algún tiempo él se negó pero al fin concluyó: Aunque no temo a Dios ni tengo consideración de nadie, como esta viuda no deja de molestarme, voy a tener que hacerle justicia, no sea que con sus visitas me haga la vida imposible">


La primera crisis se da a partir de los treinta años. Una persona empieza a tener crisis porque se da cuenta de la finitud, se da cuenta de que va a haber un momento en que la carrera se va a terminar. Se llama la crisis de la media vida. Hay una crisis a los treinta a los cuarenta y a los cincuenta, especialmente porque entre los treinta y los cincuenta, una persona percibe que hay cosas que quedaron en el camino, cosas que no se lograron, negocios que no se hicieron, etc. Hay personas que empiezan a darse cuenta del cambio físico, todo se cae, se cae la panza, las ganas, se cae el pelo, los dientes, la gente empieza a enfermar, aparecen las primeras muertes.
Pero la crisis más importante que una persona sufre entre los treinta y los cincuenta es el autoboicot. El autoboicot es querer lograr algo, pero a la vez nos boicoteamos para no lograrlo. El autoboicot es: quiero algo, pero en realidad no lo quiero. Es como esa anécdota del escorpión que está sobre una rana, y el escorpión le dice a la rana si la puede llevar a la otra orilla porque sino, no sale, la rana dice: "No, porque si yo te llevo a mis espaldas vos me vas a picar y me voy a morir", y el escorpión le dice: "Pero no seas zonza, porque si yo te pico vos te morís, y yo me muero ahogado, entonces no voy a ser tan tonto", "Ah! tenés razón", le dice la rana, carga con el escorpión y cuando está en la mitad del charco, el escorpión clava el aguijón, y cuando se está ahogando la rana con el escorpión, la rana le dice: " ¡No ves que sos tonto, no ves que nos estamos muriendo los dos!" y le dice: "Es que no puedo, es mi naturaleza".
Esta conocida anécdota representa que todos nosotros somos un poco rana y un poco escorpión, queremos llegar a un lugar pero a la vez nosotros mismos somos los primeros terroristas emocionales de nuestra vida. Cuando una persona se autoboicotea, esa persona va a hacer varias cosas:
  1. No disfrutar de las cosas.
Teté Coustarot decía que cuando se compraba ropa se repetía: "Es para el trabajo", y un día dijo : "Por qué tengo que decir que es para el trabajo, si la ropa es para mí".
Cuando tenemos algo y no lo disfrutamos, esa vajilla, esa ropa que tenemos, esa parte de la casa que no usamos, todo eso que tenemos y no usamos es la manera que tenemos de boicotearnos.
A veces nos boicoteamos cuando empezamos la dieta, pero no la empezamos, la postergamos; o ahorramos plata para hacer un viaje y la terminamos gastando en algo que no sirve para nada, o cuando nos invitan a un lugar que nos va a ser de bendición, ¡oh! casualidad nos quedamos dormidos, entonces el boicot es cuando una persona hace algo para tapar lo bueno que le está pasando.

Acá tenemos en esta primera historia a una mamá que tenia una hija endemoniada. Esta mujer vivía a cincuenta kilómetros de donde Jesús estaba, y cuando llegó donde Jesús, dice que empezó a los gritos:"¡Señor ayúdame mi hija está endemoniada!", pero Jesús no le prestó atención, y la mujer se tiró a los pies y le dijo:"¡Socórreme!", y Jesús la mira y le dice:"Yo tengo un pan para darles de comer, pero no es para los perros", Jesús la trató de perra. La palabra" perra" era un insulto, era como trataban algunas personas judías a la gente que no lo era; la palabra" perra" quiere decir: "perra callejera". No solamente Jesús no escucha los gritos, no solamente Jesús parece que no le responde la oración, sino que encima le dice que tiene un pan pero no es para los perros.
Pero esta mujer estaba determinada a buscar su bendición.

Yo le digo basta a todo lo malo. Esta mujer dijo "Basta a la maldad en mi casa", hoy alguien se tiene que levantar y decir basta a la pobreza, basta a los vicios, a la droga, a la muerte, a la enfermedad en mi casa, alguien tiene que decir como esta mujer. Esta mujer había viajado cincuenta kilómetros, era pagana, no hablaba arameo, pero esta mujer no le importó nada, ella fue a buscar su milagro. La gente que disfruta la vida es la gente que dice: "Demonios no es la herencia para mi casa, sino que bendición es la herencia para mi casa", la gente que disfruta la vida es la gente que hoy va a decir: "Basta a todo lo malo que ha venido a nuestro hogar". Le dice Jesús: "Yo tengo un pan, pero no es para los perros, esa para los hijos", ¿por qué Jesús dijo, yo tengo un pan?, porque esta mujer que había viajado cincuenta kilómetros había oído de Jesús que había multiplicado el pan; ella había oído que Jesús le dio de comer pan a diez mil personas y que habían sobrado doce cestas de pan; entonces cuando ella va, ella dice:" Señor, yo también quiero mi milagro", y Jesús le dice: "Yo sé que vos oíste que yo multipliqué el pan, yo sé que vos sabés que sobró pan, pero el pan que sobró no es para los perros es para los hijos; y la mujer dijo: "Sí, pero si caen un poquito de migajas, los perros también comemos".
¿Cuál es la enseñanza?: Todos los milagros que Dios ha hecho en otras personas, Dios también lo hará en tu vida; todos los panes milagrosos que sobraron, todas las bendiciones que Dios le ha hecho a otras personas, también son bendiciones que hoy vamos a reclamar.
  1. "Cuando pido para mí, se suelta la bendición"
Ella fue como mamá, le dijo:"Señor ayúdame, mi hija, está endemoniada", Jesús le dice: "Yo tengo un pan pero es para los hijos, no es para los perros"; ella dijo: "Yo seré un perro, pero si los hijos comen, las migas caen y yo como". Y cuando ella dijo "yo quiero una migaja del pan", Jesús le dijo: "Por esta palabra, tu hija está sana".
¿Cuál es la enseñanza?,ella fue como mamá y no tuvo el milagro, pero cuando ella fue por ella, y ella dijo: "No, yo quiero comer de tu pan, yo quiero ser bendecida", Jesús le dijo: "Mujer, grande es tu fe", porque la gente que Dios bendice no es la que ora por sus hijos, es la gente que dice: "Yo quiero ser bendecido, yo quiero tu poder, yo quiero comer de ti", y a esa gente el Señor le dice: "Grande es tu fe porque pediste para vos, toda tu casa será bendecida". Ella podía haberse ofendido; imaginate, Jesús le dice: "Yo tengo un pan, pero el pan es para los hijos, para los judíos, no es para los perros, para los extranjeros", ella podría haber dicho: "¡Cómo me trata a mí de perra, no ves que mi hija está endemoniada!", pero ella no se ofendió, porque la gente que se ofende pierde su milagro. Ella dijo: "Yo seré extranjera, ustedes pensarán que somos como perros, pero yo quiero comer algo de lo que tú tienes Señor", y Jesús le dijo: "Grande es tu fe".
Hay tres niveles de fe:
Fe, mucha fe, grande fe. La diferencia es : fe, hace dar pasos pequeños, mucha fe te hace dar pasos grandes, pero grande fe te hace dar saltos extraordinarios.¿Saben por qué Dios no la oyó cuando ella gritaba?, porque los gritos no cambian, no mueven al Señor, lo que lo mueve al Señor es la palabra de fe, y mientras grites, llores y patalees, el Señor, no te va a escuchar, porque Él va a esperar que vos pases del dolor a la declaración de la palabra de fe, que vos digas: "Señor, yo creo que en tus manos hay un pan y que si yo tomo una migaja yo seré bendecida", y el Señor te va a decir: "Mujer y varón, grande es tu fe, no vas a dar pasos pequeños, no vas a dar pasos grandes, vas a dar un salto extraordinario de bendición".
Vamos a declarar una palabra de fe, y declarar familias bendecidas. Cuando esta mujer llegó a la casa, la niña estaba descansando sana. Dios va a dar descanso a nuestros hijos, Dios le va a dar paz a nuestros hijos. Porque ella fue como mamá, pero cuando ella se puso como mujer y dijo:" No Señor, me equivoqué, yo te vine a pedir por mi hija, pero vos me querés cambiar a mí". El Señor dice: "No me importa tu necesidad, no me importan tus hijos, me importás vos", y si vos como mamá, como papá, le decis "Yo quiero de ti, llena mi vida Señor", el Señor te va a decir: " No paso corto, no paso largo, salto extraordinario!".
Declaramos familias bendecidas, hijos sanos, libres de droga, de vicio, de cárcel, de delincuencia, hijos prósperos. Cancelamos todo autoboicot, y declaramos que disfrutaremos la etapa que hoy estamos viviendo.
La segunda historia: habla de una mujer que estaba viuda. ¿Cuántos tienen más de cincuenta años? Esta mujer viuda simboliza una mujer mayor; y había un juez endemoniado que no le hacía justicia. Dice Jesús que esta mujer le decía: "Hazme justicia de mi enemigo". Alguien la había engañado o estafado y el juez le decía: "No me interesa tu caso" Y dice Jesús que esta mujer iba de día y de noche "Hazme justicia, hazme justicia". ¡Qué sabio el Señor que puso una mujer molestando al juez injusto!, porque fue una mujer que dijo: "Yo quiero lo mío, hazme justicia".

El juez injusto representa la gente mala. Hay gente malvada que no quiere soltar lo que te quitó. El juez injusto representa al diablo que quiere hacerte creer que tiene la ley y el poder para determinar algo sobre tu vida. Representa las situaciones en que nos han quitado algo y que nos están presionando para que abandonemos,;pero a esta mujer no le importó su viudez, no le importó que estaba sola, dijo:"Yo vengo a buscar lo que me pertenece"; no le importó su edad, ni su estado social, estaba obsesionada con su bendición. La gente que disfruta la vida es gente que sabe a dónde va y que no se detiene hasta lograr lo que Dios le prometió.
Leí que en Brasil, algunas tribus cuando la persona llega a la vejez o pasa los cincuenta años y se enferman, los hijos son los encargados de darle un garrotazo en la cabeza y matarlo. Cuando se mudaban de un barrio a otro, la gente anciana quedaba abandonada a mitad de camino o los mataban porque ya no servían como soldados.
Hay muchos mitos que tienen que ver con la segunda crisis que es la del paso del tiempo de los cincuenta en adelante.

Algunos mitos:
En la vejez, se pierden cosas:
¿Cuántos escucharon eso?, ¿en qué etapa de la vida uno tuvo todo?. En ninguna etapa de la vida uno tuvo todo; en ninguna etapa de la vida uno fue cien por ciento feliz. ¿Saben por qué algunos viejos se vuelven tacaños? porque pierden los dientes, el pelo, entonces dicen que tampoco van a perder la plata.
¿Y para qué aumentar las provisiones del viaje cuando falta menos camino?
Otro mito dice:
La vida comienza a los cuarenta. La vida comienza cuando nosotros decidimos que comienza. Hay gente que tiene veinte años y todavía no empezó a vivir, y hay gente que tiene setenta y está viviendo; porque ellos han decidido que la vida no comienza a una edad, la vida comienza cuando uno dice que ha comenzado."Se me pasó la vida, ahora no podré..., se me fue la vida", ¿cuántos escuchamos eso?
Cuando una persona se muere a los sesenta, todo el mundo dice: "¡Qué joven que se fue!", pero si a los sesenta quiere viajar ¿qué decimos?, "Pero viejo, ¡qué vas a viajar!". O sea, uno siempre es joven para morirse y viejo para estudiar. Si el viejo se pone de novio, decimos: "Viejo verde", pero si el viejo se muere a los setenta decimos: "¡Qué jovencito que se nos fue el pibe!". Porque eso es un mito "Se me pasó la vida".
Dice que vivimos dos juventudes: la primera de cero a cuarenta, nosotros florecemos a la vida, y la segunda de cuarenta a los cien: la vida florece para nosotros. Porque ¿qué es ser viejo?, viejo es de acuerdo al patrón que vos tomás, si hoy viene un pibe de quince años quedamos fuera todos, porque para el de quince el de veinticinco ya es viejo, para el de veinticinco el de cuarenta es viejo, para el de cuarenta el de sesenta es viejo, para el de sesenta el de ochenta es viejo.
Alguien dijo que la vida la empezamos corriendo y en el último tramo la terminamos caminando, porque las fuerzas hay que nivelarlas en los años del último tramo de la carrera.¿Por qué terminamos caminando?, para que podamos disfrutar mejor el paisaje. Lo importante es estar siempre en la carrera, hoy la vida ya ha empezado.
Otro mito:
La vejez, te pone feo: Eso es mentira, que hay viejos feos, sí, como hay jóvenes feos, porque la fealdad tiene que ver con guardar emociones negativas en el rostro, no pasa por las arrugas, entradas, no pasa por ahí, pasa cuando una persona guarda resentimientos, miedo, frustración, y eso lo pone en la cara, entonces te hacés viejo.
Pasa cuando una persona ya deja de moverse, deja de buscar, de soñar, por eso Jesús dijo:" El Hijo del hombre no tiene donde recostar su cabeza", ¿qué quiso decir con eso?, Jesús dijo:"Yo no me voy a quedar ni un día solo y tranquilo, yo me voy a mover, yo voy a caminar, yo voy a lograr aquello para lo que vine".
Otro mito
La vejez, es una etapa difícil. Es una etapa difícil si no la disfrutamos, y es una etapa difícil si yo anclé en alguna etapa de mi pasado.
Hay personas que dejaron un ancla emocional en su adolescencia, y la están recordando.
Otros anclaron en su juventud, otros anclaron en su viudez, otros anclaron cuando perdieron el trabajo. Entonces la vida pasa, pero el ancla emocional está puesta en un recuerdo del pasado. Por eso debes levantar el ancla, la vida sigue, la vejez no es el fin de la vida, el fin de la vida es la muerte, la vejez es una etapa, y lo importante es no dejar el ancla en ninguna etapa, porque no hay ninguna etapa más linda que otra.
Todas las etapas de la vida tienen su encanto, y tenemos que disfrutar el momento en el que hoy estamos.
Decimos: la adolescencia es una etapa linda, pero cuando recordamos nuestra adolescencia, recordamos todo los conflictos que tuvimos. Porque en ninguna etapa tuvimos todo y en ninguna etapa fuimos ciento por ciento feliz.
Lo importante es ser como esta viuda.
Esta viuda dijo: "Es mi peor día, es mi momento más difícil, este hombre me está haciendo una injusticia, pero yo voy a insistir, voy a usar mi tiempo, voy a usar mis palabras, para lograr los sueños que están en mi corazón.
Dios va a levantar gente que no se va a morir antes de morirse, gente que va a decir: "Donde yo estoy, estoy, todavía queda mucho por hacer, yo no me voy a detener y voy a declarar justicia en mi casa".

Dice que esta mujer fue de día y de noche: "Hazme justicia, hazme justicia, hazme justicia", y este juez psicópata, no temía ni a Dios ni a los hombres. Dice que la viuda lo esperaba en la puerta cuando el juez iba al trabajo, diciendo: "Hazme justicia", el juez llega al trabajo, y ahí estaba la mujer:"Hazme justicia".
Vos tenés que pelear por tu sueño, de día y de noche, yo lo voy a lograr, yo voy a llegar a la cima de lo que Dios me prometió, y aunque el enemigo te diga: No, no, no, dice que le dijo no por un tiempo, pero el juez dijo:"Yo no le temo a Dios, no le temo a la gente, pero a esta mujer le tengo miedo". Le vas a dar miedo al diablo porque Dios te va a levantar con un espíritu de perseverancia sobrenatural. Dios te va a hacer un obsesivo de cosas grandes, no te vas a tirar en la cama y decir, soy solita, se me va la vida, ¿cuándo me moriré? ¡No, no, no! hoy estoy vivo y hoy estoy en la carrera y mientras esté en la carrera correré.
Un día Elías escucha que la malvada reina Jezabel le dijo:"Mañana a esta hora te corto la cabeza", y Elías se fue a la cueva, y le dio miedo. Se le apareció el Señor y le dice: "¿Qué hacés acá Elías?" "Tengo miedo Señor, mañana a esta hora la reina malvada dijo que me va a decapitar", y el ángel de Jehová le dijo: "Levántate, largo camino te resta ". El Señor me dijo: "El día de la partida no lo establece ningún ser humano, el futuro está en mis manos", y el Señor te dice hoy: "Mañana no va a pasar nada, largo camino te resta", salí de la cueva, largo camino te resta.

Dice "Hazme justicia, hazme justicia, hazme justicia", y dice Jesús que se le acabó el tiempo al juez. Todo lo que el diablo nos quitó, nos maltrató... tengo una buena noticia, se le acabó el tiempo!; por un tiempo nos lastimó, vino miseria, por un tiempo vino dolor, pero hoy profetizo que en este día de la madre, con nosotros, se le acabó el tiempo, va a soltar todo lo que él quitó, porque Dios levanta padres, madres, hijos y abuelos, jóvenes y niños dispuestos a ir por lo suyo.
Y Jesús dijo: la viuda le quebró la espina dorsal, vos tenés que ser una pesadilla para el diablo; hoy tenés que levantarte porque la vida empieza cuando estás vivo, y estamos vivos, y lo que resta es un largo camino que vamos a disfrutar en victoria. Y Jesús dijo: "Si a este hombre malo le quebró la espina dorsal la viuda, ¡cuánto más nuestro Padre que está en los cielos se lo va a dar!; porque esta mujer sabía que no tenía marido, y que era pobre, pero sabía que tenía papá. Cuando vos sabés quién es tu papá vos vas a ir a pelear por lo tuyo, y nuestro papá hoy está aquí con nosotros.

Nuestros hijos serán libres y pelearemos por nuestros sueños, y la mitad de la vida que nos resta la disfrutaremos con alegría, y todo lo que hagamos nos saldrá bien.
La primera mujer de la que hablamos gritó: "¡Ayúdame Señor, Señor mira mi hija!", pero el Señor no se movió, porque no son los gritos, no es el dolor, es cuando una persona les dice: "Señor, yo quiero de ti, yo quiero de tu pan, yo quiero para mí tu bendición!, esa es la gente que recibe un gran milagro, es esa gente que pelea por su sueño, es esa gente que dice de día y de noche, yo voy a vivir la vida, yo voy a alcanzar el sueño que Dios me ha prometido. El juez injusto no puede determinar qué haré y qué no haré, porque él es juez, pero no es mi papá, mi papá es Dios .
Vamos a declarar familias bendecidas, gente logradora de sueños, vamos a declarar familias completas, llenas de la gloria del Señor. Tenés que tener la seguridad de que la mano de Dios no viene por los gritos, sino por la fe.


Por Bernardo Stamateas