viernes, 22 de agosto de 2014

Mi pareja no me demuestra amor por Alejandra Stamateas

HECHOS 16: 22-26
Entonces la multitud se amotinó contra Pablo y Silas, y los magistrados mandaron que les arrancaran la ropa y los azotaran. Después de darles muchos golpes, los echaron en la cárcel y ordenaron al carcelero que los custodiara con la mayor seguridad. Al recibir tal orden, éste los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies en el cepo. A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios; y los otros presos los escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas.

Nosotras, las mujeres queremos ser la máxima prioridad en la vida de nuestra pareja. No queremos que nuestra pareja nos vea como una obligación, una mujer a la que hay que llamar por teléfono, a la que hay que decirle cosas lindas, a la que hay que atender, entre comillas, sino queremos realmente ser la máxima prioridad en la vida de nuestra pareja y no queremos ser una cita más en medio de la agenda, que ese hombre tenga que recordar que nos tiene que llamar por teléfono, que cada tanto queremos una caricia, un halago, un beso, un abrazo y nos gustaría no tener que recordárselo pero muchas veces las cosas no funcionan así. Esto es personal ¿Cómo te gusta que tu pareja te demuestre el amor? ¿Cómo te gusta que tu pareja te haga sentir que él te ama? Con besos, con hechos, que cumpla con las promesas que hace, con un ramo de flores, con confianza, con abrazos, con que sea responsable con lo que dice, que te valore, que te regale un auto, con mimos, buenos tratos, que te lleve de viaje, que te tenga en cuenta, que nos respete, que tenga el cordón umbilical cortado, siendo sensibles, que sea compañero, que sea fiel, que nos haga caso, que sea protector, que me de plata sin que le tenga que pedir, que te preste el auto pero de corazón.

Ahora, ¿Debería nuestra pareja saber automáticamente cómo queremos que nos demuestre el amor? Todas las parejas llegan a un momento de su vida en que se estresan, no es que uno está estresado u otro, los dos se estresan. ¿Cuántos sintieron alguna vez, esa sensación que la pareja está estresada? Con los conflictos internos, con los conflictos externos, que problemas económicos, que problemas con los hijos, que problemas en el trabajo, que problemas con el jefe, con la jefa, con quién sea; cuando se juntan, se juntas dos personas que están realmente estresadas y entonces allí aparece lo que se llama la distancia emocional, donde uno y otro no comparten emociones. Llega una etapa en la vida de la pareja donde ya no se comparten emociones. Donde yo no le digo al otro, qué siento, qué estoy experimentando, qué me gusta, qué no me gusta, el otro ya no me lo dice a mí, pasamos la vida, pero como una vida matrimonial monótona, donde seguimos ciertos patrones de conductas, ciertas maneras aprendidas, pero ya no hablamos de cosas importantes que tienen que ver con lo que sentimos o con nuestras emociones; eso es porque nuestra pareja está estresada. Y cuando yo ya no hablo y él no habla, empezamos a tener nuestros secretos y tal vez esos secretos son hablados con otras personas, entonces no compartimos con nuestra parejas pero tal vez le contamos lo que estamos experimentando o sintiendo a una amiga o a otro hombre que tal vez como esta puerta se cerró, abrimos una ventanita, la ventanita del amor y se la contamos a otra persona ¿por qué?, porque hay un stress y hay un distanciamiento emocional. Te voy a dar hoy dos o tres pautas, que tal vez te ayuden, tal vez te sirvan para mejorar tu relación de pareja, si es que tu pareja está estresada o para enseñarles a otros que sabés y conocés que tienen problemas de pareja o para vos cuando tengas una nueva pareja.

Primero: 
"Tengo que decirle a mi pareja lo que deseo". Y ahí volvemos al punto de la semana pasada, yo les enseñé que cuando pedimos algo, tenemos que pedirlo como un deseo y no como una necesidad. Porque cuando yo pido algo como una necesidad, yo soy una pobre mujer que siempre está necesitando de algo o de alguien y a nadie le gusta estar al lado de gente que todo el tiempo necesita algo; entonces, lo tenés que soltar como una pasión, como un deseo, -yo deseo esto de vos, yo siento pasión de vos y deseo que hagas esto-, entonces le tenemos que decir a nuestra pareja cómo nos gusta que nos demuestre el amor; porque como siempre decimos, el otro no es un adivino, el otro no puede adivinar, si hoy estamos bien, si hoy estamos mal, si hoy queremos un auto pero mañana no necesitamos el auto porque queremos simplemente un abrazo, porque nos sentimos débiles, porque estamos tristes, porque queremos sentirnos más fortalecidas, o sea, tal vez hoy necesite algo diferente a lo que necesite mañana. Entonces no es una sola cosa, yo tengo que hacerle conocer a mi pareja mi deseo; hoy deseo que me abraces, hoy deseo que me des un beso, hoy deseo que cuando te vayas me digas una palabra linda, hoy deseo que me mandes un chiste a través de internet porque necesito alegrarme el día, entonces tenés que hacerle conocer a tu pareja lo que estás necesitando.

Se comprobó que en las parejas, en las que se evita hablar de sentimientos profundos, se corre el riesgo de infidelidad; si no te atreves a hablar de los sentimientos profundos, o él no se atreve a hablar de sentimientos profundos, porque tenés miedo de equivocarte, porque tenés miedo de herirlo, porque decís: él no me va a escuchar, él no me va a entender; tenés que hablar con tu pareja que es tu compañero que has elegido, los sentimientos y las emociones más profundas que hay en tu corazón, porque hablando uno se entiende, porque hablando logramos la tan necesitada comunicación que tiene que haber en una pareja. Tengo que expresar mis deseos. Ahora, una vez que expresaste tus deseos, hoy necesito un abrazo, hoy no te vayas de casa sin darme un beso, hoy quiero que me escribas una carta, etc. eso lo va a motivar, porque el otro va a saber, los hombres no se sienten muy cómodos en esa área, no se sienten cómodos ni dándote un beso, ni diciéndote una palabra linda, ni escribiendo una cartita, pero si vos se lo pedís, yo te puedo asegurar que lo va a hacer, pero lo tenés que orientar, porque los hombres son como ciegos en el área emocional. Tenés que orientarlos, diciendo, hoy necesito que me digas que estoy hermosa, hoy deseo tal cosa, hoy estoy apasionada con vos por tal cosa, etc.

Segundo: 
"Conectarse con esos sentimientos antes de buscar una solución". Yo le puedo decir al otro: últimamente me siento muy triste, y el otro me escucha y dice: bueno, nos vamos un fin de semana a Mar del Plata y ya está; vos le estás hablando de un sentimiento profundo, de que te sentís triste, o que tal vez te sentís sola, o que tal vez hace tiempo que no podés tener una conversación profunda con él; y él quiere buscar una solución rápida, y (éste es un consejo para los hombres que van a estar escuchando este CD, o los que nos están viendo a través de internet), lo primero que tenemos que lograr es conectarnos con los sentimientos del otro antes de buscar una solución, ¿eso qué significa? Ponerse en el lugar de la otra persona, tener empatía, vos me estás diciendo que te sentís triste, y ¿Cuándo te pasa en el día? y cuando estás triste ¿Cuáles son los pensamientos que vienen a tu mente?; eso es entender al otro, validar al otro que esté triste, que esté mal. Porque muchas veces decimos: bueno, ya se te va a pasar, es una cosa pasajera, las mujeres siempre les pasa; y el otro le quiere dar una respuesta o vos misma haces silencio porque decís: esto es pasajero, nos pasa a todas las mujeres, ya va a haber otro momento, ahora no quiero hablar; entonces tenés que expresar esas emociones y conectarte sentimental y emocionalmente con el otro antes de tener una respuesta. Por eso, si tenés que estar dos horas, tres horas, tres días, una semana diciéndole: me siento triste, estoy mal, antes de buscar una solución, lo más importante es conectarse con esos sentimientos y a vos te va a ayudar a sentirte segura y al otro también.

No es que yo busco una solución rápida, tenemos que explicarle a los hombres, que cuando les contamos nuestras emociones profundas, no estamos esperando que él las solucione; estamos queriendo compartir lo que nos pasa internamente porque necesitamos desahogarnos. Muchas veces el otro no hace nada, sigue actuando de la misma manera, pero que nosotras hayamos hablado, nos trae tranquilidad. Recibo a través de internet, mujeres que dicen: le dije a mi marido que estaba mirando a otro hombre, y eso me tranquilizó porque mi marido entendió la situación; él me dijo: es verdad, yo te he dejado sola, hace mucho tiempo que no hablamos; y entonces el poder hablar, a esa mujer la liberó de una carga y de una culpa profunda. Hay que hablar.

Tercero: 
"Tengo que permitir que mi pareja también exprese". Y lo primero que vas a pensar es: Pero él no habla, él es mudo, nunca te va a decir si siente frío o si siente calor, siempre lo mismo. Ahora, ¿él necesitará algo de nosotras? Porque a veces nosotras decimos: mi pareja no me acaricia, no me abraza, no me da un beso, y tal vez, nosotras tampoco lo hacemos, tal vez nos olvidamos, tal vez perdimos la costumbre, tal vez nos levantamos a la mañana y verlo a él, es el paisaje conocido, encima lo vemos con los zoquetes, los calzones, la panza impresionante; entonces, acá lo importante es, que él también se pueda expresar. Porque nosotras tal vez, perdimos esa capacidad afectiva, perdimos eso de abrazarlo, de besarlo, tal vez le dimos tanto a nuestros hijos, somos de abrazar a nuestros hijos, de decirles cosas lindas, y nos hemos olvidado de que ellos también, aunque no lo pidan, necesitan expresiones de cariño, necesitan ser revalidados, ser reconocidos, necesitan escuchar cada tanto: "Eres el hombre de mi vida", "Qué bien que hiciste esto" (aunque lo haya hecho un desastre), "Qué joven que estás", "Que sexy es esa pelada", necesitan escucharlo y tal vez vos te hayas olvidado de eso esperando que siempre te dé y te dé y también te olvidaste de dar y ustedes conocen muy bien la "Ley de la Siembra y la Cosecha", yo sé que si yo doy, estoy seguro, seguro, seguro que voy a recibir; y le decís a tu marido: mira, yo acabo de sembrar, así que si no cosecho de vos, de alguno voy a cosechar, así que aprovecha.

Cuarto:
 "Tengo que descubrir a mi pareja haciendo las cosas bien". En lugar de buscar defectos, tengo que buscar las pruebas de que está haciendo las cosas un poco mejor que antes, y descubrirlo in fraganti; porque tal vez, querés descubrirlo in fraganti, en una infidelidad, en un mensaje de texto, etc.; Tenés que descubrirlo, in fraganti, en las cosas que está haciendo bien y decirle: "Qué bueno este cambio que estás teniendo", "Cómo me gustó este gesto que tuviste", "Cómo me gustó ese beso que me diste a la mañana", "Esa palabra que me dijiste a la mañana, hace mucho que no me la decías y me hizo tanto bien"; reconocer eso que vos ves que él está cambiando, que le cuesta un montón, porque no le sale, porque no es él, porque nunca se lo enseñaron y porque está acostumbrado o habituado a cerrar la boca, a no compartir emociones, a no escucharte, pero cada tanto aunque no lo haga, buscá como que lo está haciendo, el hombre no te habló durante toda la noche, pero vos le decís: qué linda esa palabra que me dijiste, ¿cuál? esa; porque a mí me hace pensar que estás interesado en mí, en lo que yo te quiero decir; entonces tenés que descubrir a tu pareja haciendo las cosas bien. Porque a veces nos pasa, y -esto es muy común de nosotras, las mujeres-, que cuando el hombre hace algo, un gesto chiquitito, una cosa que era para pasarla desapercibida y él te dice: "Pero no viste que hoy barrí" y vos decís: ¡Ah, ya era hora!, entonces tiramos esas frases que hace que el otro se le baje todo, porque el hombre venía guapo, -barrí- esperando algo a cambio, pero vos le decís, era hora, te tocaba querido era tu obligación, al fin te pusiste los pantalones, y todas esas cosas lo desmotivan. Estoy hablando de esas parejas que están estresadas, no estoy hablando de parejas que viven con golpes, con insultos, que viven peleándose todo el día, atacándose, criticándose, mal, que la casa es un infierno, no estoy hablando de ellos.

Estoy hablando de parejas que están estresadas, que están pasando por un mal momento, por una crisis momentánea, para esas parejas entonces, es importante reconocer lo que el otro hace aunque sea pequeño; y esto también es una gran lección para hacerlo con nuestros hijos; cuando nuestros hijos hacen algo, reconocer aunque sea pequeño, lo que están haciendo, validar al otro y tal vez, lo que estén necesitando los dos sea la validación mutua, que seguramente se la daban cuando se conocieron y cuando estaban en la etapa del enamoramiento cuando el otro no tenía ningún defecto, entonces hay que volver a retomar esos detalles. Los detalles del amor en una pareja son muy importantes. Y tal vez, vos y él perdieron detalles del amor que hay que volver a recuperar, no son cosas grandes, porque no es que querés que tu marido te regale un departamento o un auto, eso si viene, ¡bárbaro! querés que tu marido te tenga en cuenta, que puedas hablar con él, querés tener romanticismo con él, esas son las cosas que estamos buscando en el hombre que queremos que viva con nosotros hasta que la muerte nos separe. Después vendrá el departamento, el auto, pero un departamento sin ese hombre, no tiene sentido. Nosotras, las mujeres, no tenemos este concepto tan materialista, estamos buscando algo más y lo otro viene sólo y sabemos que si nos tenemos que arremangar para comprar un departamento o un auto, lo vamos a hacer, no tenemos problema, no dependemos de ellos en eso, sí en la parte afectiva que es la que más nos duele a nosotras cuando no la tenemos.

Por último, tené pensamientos que afirmen la relación cuando no se ven. Las mujeres solemos hacernos mucho el bocho, cuando el marido se va de la casa: ¿Dónde está, estará hablando con esa, con aquella, con la jefa, etc.? Entonces, tenés que tener pensamientos que afirmen la relación y no pensamientos de sospecha; porque si no, no vas a poder vivir en paz, si estás todo el tiempo sospechando de la otra persona, no podés tener paz vos. Muchas veces les trasladamos a nuestra pareja pensamientos que nosotras tenemos, tal vez estamos diciendo: él se está viendo con alguien, cuando en realidad, es nuestro deseo estar viéndonos con alguien; él debe estar escribiendo un mensaje a otra; cuando en realidad, nosotras queremos escribirle un mensaje a otro. Tener buenos pensamientos que afirmen la relación, recordar buenos momentos que hemos pasado con él, pensar en algo físico que todavía nos atraiga de él, algo lindo que te gusta mucho de él, pensar en lo que te hace sentir orgullosa de él, recordar detalles de la vida, del largo camino que hicieron juntos y saber que vale la pena estar en pareja y seguir luchando por ésta pareja. Eso nos va a ayudar a sentirnos menos solas.
En una pareja, cada uno está cargando con su propia mochila. Vos tenés tu propia mochila y él tiene la suya propia; se imaginan las dos mochilas juntas, entonces cuando una pareja se estresa hay algo que es infalible y que tal vez en muchas parejas se ha perdido hace mucho tiempo "la alegría", tenemos que recuperar la alegría individual y la alegría de vivir en pareja. Hay un gozo que Dios tiene preparado para nosotros y que cuando ese gozo empieza a activarse dentro de la pareja, algo ocurre. Dice Proverbios 17:22 "El corazón alegre constituye buen remedio, mas el espíritu triste seca los huesos", si necesitás que algo que está enfermo, vuelva a tener salud, si ves que tu pareja está en crisis y necesitás recuperar tu vida de pareja, tu vida apasionada, tu vida de emoción con esa pareja, tenés que recuperar el gozo, porque el corazón alegre es el remedio para toda enfermedad.

El gozo es la receta, ¿Hace cuánto que no te reís en pareja?, ¿Hace cuánto que tu pareja no te hace divertir y vos no le haces divertir a tu pareja? Porque ahora te tomas todo a la tremenda, porque ahora él se toma todo a la tremenda, en lugar de tomar todo a la risa. Si tenemos un Dios tan grande, ya pasará, esto también pasará, hemos pasado por tantas cosas, mira si vamos a preocuparnos en esto, ¡vamos a reírnos y el gozo del Señor será nuestra fuerza para seguir adelante!
Oramos por más fe, oramos por tener más prosperidad, pero no oramos por tener más gozo, y tenés que orar "Señor, yo te pido que en mi pareja, en mi familia, con mis hijos se instale gozo en nuestra casa"; tenemos que empezar a reírnos, cuando tu hijo te traiga una mala nota, reíte, y decile: hijo, yo sabía que estás abajo porque dentro de poco vas a estar bien arriba. Reíte de los problemas, reíte de las circunstancias difíciles, tenés que experimentar el gozo. Ora por gozo, porque el espíritu triste te enferma, te debilita. Yo te hablé hace un tiempo, que hay casas muy tristes, hay hijos que llegan a casa y la casa está triste. Entrás a ciertas casas y son casas grises, que no tienen vida, que hace mucho que se perdió el gozo, que hace mucho que se perdió la alegría. Te digo que todo el mundo está esperando que pase algo malo, que tus pensamientos todo el día hasta que venga tu pareja, son pensamientos de duda, pensamiento de éste algo estará haciendo ¿y por qué llegó cinco minutos tarde? o ¿Qué le habrá pasado? o pensando en un accidente, estamos pensando en la inseguridad, o sea, que hay mucha tristeza en nuestras casas y nosotros tenemos que activar el gozo del Señor porque es nuestra fuerza.

Cuando Jesús estaba en el monte de Getsemani, fue el momento de mayor tristeza que tuvo que experimentar Jesús; pero hizo dos cosas: 1) Acudió a su Papá y 2) Se puso de pié. En medio del dolor se levantó y siguió adelante para cumplir con lo que Dios le había dicho que tenía que hacer. Pero ¿Dónde está el gozo?, oró, se levantó y siguió, ¿dónde está el gozo?, Nehemías 6-10 dice: "El gozo del Señor es nuestra fuerza". Si vos, en medio de la crisis podes ponerte de pié, seguir caminando y decir, esto lo voy a terminar, esa es la fuerza, la alegría que tiene Dios sobre tu vida. Si tenés fuerzas para seguir adelante en medio del dolor, en medio de la crisis es porque la alegría del Señor está obrando en tu espíritu, y la alegría del Señor es nuestra fuerza para conquistar los sueños. ¿Qué es el gozo? El gozo es el fruto del Espíritu, o sea, todos lo tenemos hay que desarrollarlo, hay que activarlo; no es que no lo tenés, -a mí se me fue el día que..., ese día que me fue mal, nunca más me reí, nunca más fui feliz, no, el gozo es el fruto del Espíritu, es algo que tiene que crecer en vos sí o sí, pero tenés que darle lugar para que crezca y el gozo implica que sigo adelante. Ese es el gozo, seguir adelante a pesar de....Usted sabe cuántas veces las pastoras que estamos hoy acá, hemos tenido que seguir adelante a pesar de...y ¿sabe por qué lo hicimos? Por el gozo del Señor, porque Él está contento con nosotras, y cuando Él está contento, eso a nosotras nos llena de fuerza.

Pasá tus pruebas con dignidad, pasá tus problemas con dignidad, eso quiere decir: yo tengo algo dentro mío, es el gozo del Señor, el que me da fuerzas para seguir adelante, yo no me voy a quedar acá, yo voy a seguir adelante, porque a mí Dios me lo prometió. Estaba Pablo y Silas y dicen que los azotaron, los echaron en la cárcel, les aseguraron los pies con el cepo y se encontraban encerrados y Pablo le dice a Silas: "Silas me parece que estamos mal, estamos encerrados, en un calabozo profundo, no vemos la luz del día, no podemos ver a nuestra gente querida, estamos con un montón de presos que están igual que nosotros, y le dice: Silas, ¿qué te parece si cantamos algo?, qué te parece si nos mandamos una canción, los presos tenían que escucharlos sí o sí porque estaban cautivos, aunque desafinaran, y cuando empezaron a cantar ellos soltaron gozo, ellos no estaban esperando un milagro, ellos solo querían expresar el gozo que había dentro de ellos, porque se sentían amados por el Señor y cuando ellos empezaron a cantar, vino un terremoto y el terremoto abrió las puertas y soltó las cadenas. Hay un terremoto que va a ocurrir cuando sueltes la alegría del corazón.

Vos decís, pastora usted no lo conoce a mi marido, éste hombre no habla, es mudo, éste hombre no ve nada, es ciego, no va a cambiar nunca, este hombre es malo. Yo lo único que sé, es que no conozco a tu marido pero conozco el gozo del Señor, porque me ha fortalecido un montón de veces y yo quiero decirte que tenés que soltar el gozo de adentro; no es algo que compras, es algo que ya Dios te dio, así que lo tenés que usar simplemente. Decí: yo no sé por la situación por la que estoy pasando pero yo voy a probar con el gozo del Señor. ¿Por qué no probás hoy con el gozo del Señor? ¿Por qué no te atrevés a soltar alegría y decís, Señor, esto va a pasar en mi vida, soy una victoriosa, voy a tener lo que me prometiste, yo lo sé y lo creo.

Quiero que juntes las manos y te preguntes: ¿Cuál es la cadena que te está atando?, ¿Cuál es la cadena que te pusieron? Quiero que juntes las piernas ahora, los pies, te pusieron los cepos, algo te pusieron y parece que no tiene solución, que no podés salir, quiero decirte que ahora vas a soltar gozo, vas a cantarle una canción, como te salga, no importa que sea la primera vez que venís, mové la boca, soltá alegría, decile: Señor, lo tengo, lo voy a soltar. Porque en un rato vas a escuchar el estruendo, vas a escuchar el terremoto que va a venir a abrirte la puerta cerrada y a soltarte las cadenas.
Vas a juntarte 10 chistes buenos, te los vas a escribir, o lo vas a escuchar al pastor Bernardo que siempre dice alguno, los vas a tener pegados en tu heladera, en tu mesita de luz, en tu auto, donde sea, los vas a tener pegados ahí y te vas a empezar a reír.

Hacé fiesta en tu casa. La alegría te va a sacar de las peores situaciones, vas a crear atmósfera de alegría, no le pidas más nada al Señor, decile: Señor quiero desarrollar gozo, alegría, a partir de hoy me voy a reír, y hacé todo lo necesario para reírte, porque el gozo del Señor es el que te sana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Puedes dejarnos tu opinión si deseas aportar algo o si sientes que este mensaje te ha servido