domingo, 16 de marzo de 2014

Quiero ser próspera por Alejandra Stamateas

Génesis 39:3 "Éste se dio cuenta de que el Señor estaba con José y lo hacía prosperar en todo." 
¿Cuántas quieren ésta opción de prosperar en todo? ¿Cuántas quieren que les vaya bien en todo?
Y ésta era la unción que tenía José, en otra versión la Biblia dice que todo lo que hacía José, Jehová lo hacía prosperar en su mano, y quiere decir que todo lo que tenía en la mano de José, Jehová lo hacía prosperar. ¿Cuántas quieren tener la unción de tocar algo, agarrar algo y que prospere, que se multiplique? Tocá a la persona de al lado y decile: "Te estoy tocando para que seas multiplicada".

Todas queremos ser prosperadas, todas queremos vivir y meternos en ésta unción; y es una promesa de Dios, Dios no miente, nos tiene que pasar que tenemos que vivir de ésta manera pero muchas veces no nos pasa, ¿cuántas todavía tocan algo y sigue en el mismo estado? ¿Cuántas no tienen todavía la mano bendecida? ¿Por qué pasa esto?
Había un hombre, que cavaba pozos, era su trabajo, y alguien vino y le dijo: ¿para qué haces éste trabajo, para qué estás cavando pozos? Y el hombre le contestó: "estoy cavando pozos para poder hacer dinero y poder comprar comida para alimentarme y estar fuerte y así después seguir cavando pozos". O sea, era un círculo vicioso y hay mujeres que viven su vida económica de esa manera, desde hace 20, 30, 40 años que estás en el mismo círculo económico pero no podés avanzar, no podés salir, siempre estás contando moneditas, siempre tenés deudas, siempre estás orando para ver si llegás a fin de mes, siempre pidiendo plata prestada, estás siempre en el desierto, dando vueltas económicamente y no podés llegar nunca a la tierra prometida, la tierra que fluye leche y miel. ¿Cuántas quieren fluir económicamente? ¡Eso es espectacular!

Por eso, lo que tenemos que hacer y me voy a concentrar ésta tarde en hablarte de esto, es empezar a tener cambio de hábitos. Levantá la mano y decí: "Tengo que cambiar mis hábitos", ¿Qué es un hábito? Es cualquier comportamiento que yo repito regularmente, que ya aprendí y que lo hago sin pensar. Un hábito es algo que yo hago diariamente y que no tengo que ponerme a pensar, ya me sale naturalmente. Todos tenemos hábitos, ellos nos pueden llevar a la bendición o a la maldición, por eso nosotras económicamente tenemos que ver ¿qué hábitos estamos teniendo? ¿Cómo nos damos cuenta si tenemos buenos o malos hábitos? ¿Si te va bien o mal económicamente? Por tus frutos. Tu fruto económico, ¿Cómo estás viviendo económicamente? Y ahí te vas a dar cuenta si tus hábitos te están llevando a la maldición o te están llevando a la bendición.

Por ejemplo, en la vida financiera, muchas veces las mujeres, tenemos hábitos negativos, es pensar: Yo soy pobre, nací en una familia pobre, y siempre voy a ser pobre; enseñarle a los hijos, y bueno no tenemos, somos pobres, no exijas demasiado, no pidas mucho. Mujeres que aunque le pidan a Dios tener más, nunca se ven ellas cómo actuarían si tuvieran más, ¿por qué? Porque aunque le pidan a Dios, siempre se siguen viendo en un estado de pobreza, no pueden mentalmente con su pensamiento destruir ese pensamiento de pobreza. Hay otras mujeres que creen que la riqueza es mala; si tenés plata, te volvés orgullosa, si tenés plata, te volvés soberbia y cuando ven a una mujer que tiene dinero la empiezan a criticar y dicen: ¡ésta vaya a saber lo que se cree, vaya a saber lo que hizo para obtener ese dinero! Y empieza la crítica y ese es un mal hábito. Cuando uno va los EE.UU. o a otros países, se ve muy bien que una persona tenga dinero y se sabe que ese dinero se hizo trabajando pero en cambio en la Argentina una persona que tiene dinero, siempre es mal vista o criticada y esos son hábitos negativos económicos, que impide que la prosperidad venga a nosotros, porque si vos criticás la prosperidad, la crítica te aleja de lo bueno.

¿Cuántas quieren prosperidad? Todas. Entonces empezá a hablar bien; decile a la de al lado ¡no me critiques porque tengo mucho! Hay mujeres que creen que el dinero no es para ellas, son mujeres que lamentablemente, aprendieron que tenían que depender económicamente de alguien y entonces han dependido de sus padres, o de sus parejas, o han dependido de un hijo, o han dependido del Estado, esperando que le diera algo, entonces están todo el tiempo, dependiendo de alguien porque tienen una mentalidad de dependencia y eso se traslada a la vida económica, por eso cuando aparece una oportunidad para ser independientes, se boicotean, no lo hacen, y el enemigo lo que va a hacer en tu mente es trabajar para que vos no puedas alcanzar tu bendición económica.

Cuando uno tiene hábitos negativos de pensamiento va a actuar mal con el dinero, y cuando te venga el dinero lo vas a malgastar; esas mujeres que dicen: yo no puedo tener un peso en el bolsillo porque me lo gasto enseguida, no puedo ahorrar, o lo acumulás y luego lo perdés o se lo prestas a alguien que se fue después con el dinero, o haces una sociedad negativa que termina arruinándote la vida financiera, entonces tenemos que empezar a pensar cuáles son nuestros hábitos negativos con respecto al dinero, ¿qué pensás vos del dinero?, ¿qué pensás acerca de manejar vos el dinero? ¿qué pensás acerca de ser una mujer independiente económicamente, porque no es solamente desearlo sino que es incorporar esos hábitos de pensamiento a tu vida? Todo se obtiene con pensamientos buenos.
Si tenés un pensamiento bueno, la bendición se apresura a venir a tu vida. El pensamiento malo hace que la bendición se aleje, pero el pensamiento bueno hace que la bendición venga a tu vida.
¡Tengo que empezar a pensar bien!

Porque cuando pensás bien, el pensamiento bueno atrae la bendición y para eso tengo que aprender cuál es el concepto de la abundancia.
Te voy a dar el primer punto que lo vas a empezar a aplicar para tener prosperidad.
Tenemos que entender que la tierra tiene abundancia; porque Dios creó la tierra y Dios es un Dios abundante, y cuando puso recursos en la tierra, los recursos son abundantes. Por eso cuando nosotros escuchamos por ahí decir: "Este recurso se va a acabar, no vamos a tener agua, no vamos a tener tal cosa" esa es una mentira ¿por qué? Porque la tierra está llena de recursos de Dios, podrá faltar en algún lado pero Dios sabe dónde están escondidos y a nosotros los hijos de Dios, Él nos va a dar la creatividad, la habilidad y la sabiduría para encontrar los recursos que Dios puso en toda la tierra, así que, ¡que hay, hay!
Y éste es el primer concepto que tenés que incorporar ¡HAY!
Tu hijo te pide plata y decís: no hay. Porque es un hábito, porque uno tiene miedo de decirle a los hijos que hay, porque los chicos te empiezan a pedir y no paran más, entonces vos que le decís: no hay. No solo vos tenés ese hábito sino que ya se lo transmitís a la próxima generación, que ellos aprendan que no hay. Y vos tenés que desaprender el hábito de decir no hay y aprender a decir: hay.

Tal vez hoy no lo veas en casa, pero hay, porque Dios da generosamente. Dios no es un Dios pobre, Dios es un Dios generoso, por eso tenés que acostumbrarte a que hay y nuestros hijos tienen que aprender que hay; que hay que buscarlo, seguro, pero haber, hay, por eso vos le tenés que enseñar a tus hijos a que tienen que buscar donde está la bendición económica, que ésta no le va a venir porque ellos se acuesten en la cama y pidan algo, ellos tienen que hacer algo, que es ese otro punto que te voy a explicar ahora.
Lo primero es saber que HAY, hoy veo ésta boleta de gas o de luz y lo primero que me viene a mi mente es: No hay pero tenés que decir: a mí Dios me dijo que hay. ¿Hay para pagar? hay; vas a tener que pedirle a Dios sabiduría para que te diga dónde está y cómo va a venir ese dinero para pagar esa boleta o esa deuda que tenés. Dios te va a dar el lugar escondido donde hay.

Es una mentalidad, estamos muy acostumbradas a decir: no hay, no tengo, esperá, porque eso nos dijeron a nosotras, nos educaron con la escasez, con el miedo a que si tenés, vaya a saber lo que va a pasar; porque todo tiene que ver con la educación; tenemos que empezar a quebrar esos mandatos internos que nos impiden la bendición, porque pensar bien atrae más rápido la bendición de Dios.

En segundo lugar: Tengo que aportar
 algo. Dios siempre te va a pedir algo, porque Él no nos creó para ser parásitos y eso se lo tenés que enseñar a tus hijos. Tus hijos no pueden ser parásitos; como Dios no nos ha tenido a nosotras para que seamos parásitos en su Reino, Dios nos hizo con capacidad para producir, Dios nos hizo con potencial para dar más de lo que estamos dando ahora; por eso Dios te dice: yo quiero que aportes algo para tu milagro económico. Siempre hay algo que vas a tener que hacer, eso se llama acción, movimiento. Dios les dijo a los discípulos: "Vayan y busquen que hay en medio de la multitud y ellos hicieron, trajeron poco pero Dios hizo el resto del milagro. Pero Dios primero te va a pedir que te muevas, Elías, fue a la casa de la viuda y le dijo ¿qué tenés? Y le dijo "tengo algunas vasijas de aceite"; con eso basta y sobra para el milagro que Dios va a hacer. A Moisés le dijo: ¿qué tenés? Y él le contestó: "Tengo una vara en mi mano" y le respondió, con esa vara basta y sobra para hacer el milagro que yo quiero hacer.
Hay algo que podés hacer para comenzar el proceso de prosperidad, porque siempre hay; y en tu casa hay algo que va a dar a luz la prosperidad que tanto estás esperando. Y vos me decís: pero yo no estudié, yo no sé nada de finanzas, yo nunca manejé dinero, no sé nada de bancos, nunca manejé una cuenta bancaria, no tengo ni idea de cómo administrar la plata, a mi me entran $2 y se me van $5, no sé cómo hago, pero no hay manera, ¿qué puedo hacer? ¿Qué puedo darle yo al Señor? y lo que tenés que aprender a darle son: "gestos de idea".

Se acuerdan de Carlitos Balá que hacía el gestito de idea, y Dios te está pidiendo ese gestito, gestos de fe, y las mujeres somos muy prácticas en eso.
¿Qué es el gestito de fe? Son actos que vas a hacer vos que te van a sacar del desierto y te voy a dar dos o tres acciones o actos que cuando Dios vea que los hacés, que se te transforman en un hábito, se te va a desatar toda la prosperidad del cielo.
El primer acto : Leer la Biblia todos los días. ¿Cuántas leen la Biblia todos los días? Las que no la leen, tienen que leerla todos los días, ¿Por qué? Porque cuando lees la Biblia, estás leyendo los pensamientos de Dios y tenés que cambiar los pensamientos viejos y poner los pensamientos de Dios en cuanto a las finanzas; por ejemplo: Proverbios 3:1 "Hijo mío, no te olvides de mis enseñanzas; más bien, guarda en tu corazón mis mandamientos. Porque prolongarán tu vida muchos años y te traerán prosperidad". ¿Cuántas quieren que la vida sea larga y próspera? O sea, vivir mucho y con mucho. Esto lo dice la palabra de Dios, por eso, tenés que leer el pensamiento de Dios. Si tenés todavía el pensamiento de tu mamá, el de tu papá, con respecto a la vida financiera, el pensamiento de tu iglesia anterior, que te decían una mujer no tiene que trabajar, tiene que depender del marido, tenés que sacar esos conceptos y entonces, entrar en el pensamiento de Dios, y éste pensamiento lo vas a encontrar en la Biblia, en la Palabra de Dios. -Bueno pastora, pero yo leo y no entiendo- buscás en la computadora, siempre hay alguien que hace una exégesis de un pasaje que te la explica, tenés un montón de páginas que te la van a explicar o venís acá y le preguntás a tu pastora, a tu líder o a cualquier pastor que esté aquí y que te explique qué quiere decir ese pasaje para que vos lo empieces a repetir, o sea lo guardes en tu corazón y se te transforme en un hábito y digas: "Yo quiero tener larga vida y quiero ser prosperada y si Dios me lo promete, sé que lo voy a tener porque Dios no miente".

La ignorancia, el no saber, te mata. Y la ignorancia económica, mata tu vida económica, por eso la venís peleando desde hace años y estás en el mismo lugar o peor que antes económicamente, y decís: pero yo hice todo, pero no metiste el pensamiento de Dios con respecto a las finanzas, ¿Cómo quiere Dios que yo esté? No inventes, buscá la Biblia, porque ésta te va a decir cómo tenés que estar económicamente, te va a decir cómo quiere verte financieramente, porque Dios tiene pensamientos de bien para tu vida y Dios quiere que ¡Todo lo que hagas te salga bien!

Entonces, cuando te levantás a la mañana, no tenés que ver tu boleta de luz o de gas o la boleta de la escuela que parece que no la vas a poder pagar, tenés que ver el pensamiento de Dios, te vas a levantar antes y vas a leer la Biblia y si entendés esa palabra, quédate con esa palabra y repetila, no hay problema. A ver Dios, qué me vas a decir hoy, cuál es el pensamiento con respecto a éste tema y si durante una semana tenés que leer el mismo pasaje, escribilo grandote, pégalo en la heladera, en la mesita de luz, en tu auto, en tu computadora, donde sea, para repetirlo y leerlo y que se te haga un hábito y decir: "Dios quiere que yo sea una mujer prosperada" porque entonces no te vas a boicotear, porque sabés qué es lo que Dios quiere para vos.

Leer la Biblia todos los días, leer libros, escuchar CDS ¿cómo querés ser prosperada? ¿Cuál es tu capacidad que tenés que mejorar? Lee libros con respecto a eso, infórmate, lee biografías de mujeres que lo han logrado, que han llegado, buscá información; ej.: yo que soy docente, puedo vivir solamente de éste sueldo o puedo formarme en otra cosa y hacer otro tipo de emprendimiento o de proyecto aparte de mi trabajo; y empezar a leer, buscar información, buscar gente que lo ha logrado, ponerte CD, todo el día, escuchar, aprender, porque eso te va a dar estrategias y sabiduría para administrar lo que tenés y para seguir creciendo, o sea leer la Biblia y leer otros libros que tengan que ver con ese lugar donde vos vas a obtener la bendición.

Tercero:
 
Tengo que cuidar lo que hoy me da finanzas. ¿Cómo recibís dinero hoy? ¿Cuál es tu fuente hoy de finanzas? Un sueldo, que viene a través de tu trabajo, cuidá tu trabajo, porque hay mujeres que como se creen que su trabajito es para ayudar al marido, y es un poquito, no, tu trabajito no es para ayudar a tu marido, no es para ayudarlo un poquito en casa, tu trabajo es para vos, para que puedas soltar un potencial que tenés; no es un trabajito secundario, porque el importante es el de mi marido; hasta que vos no cambies ese concepto no vas a poder aceptar la prosperidad, por eso tenés que cuidar tu trabajo, porque en tu trabajo, vos estás poniendo tu tiempo, tu cuerpo, tu vida, tu energía, por eso tenés que cuidar el trabajo, tenés que llegar temprano, tratar bien a la gente con la que estás trabajando, cuidar tu lugar, el espacio físico de tu trabajo, cuidarlo, porque eso es lo que hoy te trae finanzas, tal vez no sean las que querés, pero hoy por hoy es la que te trae finanzas. Y si querés algo más grande, tenés que ser fiel en lo poco, hoy tengo esto y esto es lo que tengo que cuidar, ¿para qué? Porque yo sé que dentro de poco viene lo otro que Dios me prometió; pero hay mujeres que dicen: "Bueno lo dejo esto, total no importa, yo estoy para algo más grande", estás para algo más grande pero si no cuidaste esto, no va a venir, entonces, cuidalo, no vayas a tu trabajo refunfuñando "Uy, otra vez el colectivo, otra vez la bicicleta; ¡no! andá con alegría, bendiciendo tu trabajo y Dios va a ver tu gestito de fe y te va a dar algo más grande. Pero pastora, yo no trabajo, y ¿de dónde viene tu fuente, si no trabajás? De mi marido, cuidá a tu marido entonces, hasta que tengas lo tuyo, cuidalo; de mi suegra, cuidá a tu suegra; y de una viejita que tiene una herencia que en cualquier momento, cuidá a la viejita entonces. Cuidá lo que es tu fuente de trabajo, es muy importante y fundamental, querés honrar a Dios con eso que hoy tenés porque dentro de poco Dios te va a poner en algo más grande, porque va a ver tu gesto de fe.

Ese es el principio de la responsabilidad, Dios nos ha puesto en éste mundo para administrar y para ser un administrador, hay que ser responsable. Tenés que ser responsable con todo lo que tenés, tenés que ser una mujer que sea responsable, cuando vas a trabajar a un lugar, no podés robarte algo, porque entonces no estás siendo administradora de nada, entonces, tenés que cuidar el lugar donde Dios te puso hasta que venga lo más grande que Dios te ha prometido, si no viene es porque todavía no estás siendo leal en tu trabajo, todavía te levantás y te quejás todo el día, criticás a todo el mundo, llegas tarde, no lo cuidás, te robás las cosas de tu trabajo y querés algo más grande, no va a venir, porque Dios está buscando administradores fieles.
Dios quiere que seas abundante porque el alma generosa, dice la Biblia, será prosperada y el que saciare también será saciado, por eso de todo lo que tenés, tenés que ver qué vas a dar, siempre tenés que dar algo, hay alguien que necesita más que vos, ¿sabías? Por más que estés en la bancarrota total, hay alguien que tiene más problemas que vos, por eso, tenés que saber a quién dar y dice: El alma generosa, la persona que da, será prosperada, y la persona que sacia a otros también será saciada. Esa es una promesa de Dios y tenés que estar tranquila en eso, tenés que soltar lo que vas a dar y decir: "Señor, éste acto de fe que estoy haciendo va a traer bendición para mi vida". Entonces, de todo lo que ganes, u obtengas financieramente, siempre tenés que tener una parte para dar, donde hay alguien que la está necesitando, no le des a cualquiera, tenés que dar sabiamente, Dios te tiene que dirigir en esto; no es que andes dando para acá y para allá, no, tenés que ver ¿Señor dónde?, hay gente a la que vas a dar, que no te la va a devolver, eso es dar al pobre, el pobre es el que no te lo puede devolver, y hay otra gente que tenés que sembrar porque es gente que es buena tierra, que tal vez tenga mucho dinero pero que le tengas que sembrar porque tal vez será una buena tierra. Tenés que tener sabiduría para ver que semilla, si es para el pobre o si la estoy sembrando para obtener una cosecha de otro estilo. Entonces pedile a Dios sabiduría, preguntale a Él cómo podés ser mejor administradora de éstos recursos que hoy son pocos, pero si los administrás bien van a venir muchos más.

Dios nos quiere ver bendecidas y ¿Saben que quiere decir Bendecida? Quiere decir estar gorda. La palabra bendición viene de gordura ¿cuántas quieren estar gordas en finanzas? Dios te quiere ver gorda financieramente. Dios te quiere llenar de bendición financiera, Dios te quiere dar mucho; porque cuando uno está gorda tiene para dar a los demás, Dios quiere verte bien, Él anhela tu bendición. Yo decía en el programa de Casella, Dios es alegre, no es un Dios triste, Él te quiere ver prosperada, Él te quiere ver sonreír, Él ya no quiere verte llorando pensando ¿cómo voy a pagar ésta cuenta?, ¿cómo voy a pagar el alquiler a fin de mes?, Dios quiere decirte HAY, Yo tengo mucho y quiero verte gorda; va a depender de que empieces a cambiar tus hábitos de pensar.
¿Cuántas tienen un billete que lo puedan sacar? Saquen un billete y tómenlo con la mano. Mira lo que dice la palabra de Dios: "Yo no puedo servir a Dios y a la vez servir a las riquezas" no se puede servir a dos señores, por eso quiero que mires un rato ese billete que sacaste, ¿qué te dice ese billete? ¿Cómo te habla ese billete que tenés ahí adelante? Por ejemplo: te dice ese billete, "conmigo podés comprar esa casa que tanto querés" ¿el billete te dice eso? conmigo vas a poder comprarte el auto o la moto que querías ¿te dice eso, te habla así el billete? ¿qué te está diciendo el billete? Tal vez a algunas de ustedes, el billete les está diciendo con esto no hago nada, con esto no puedo ni ir al supermercado a comprar, a otros les está diciendo: con esto el sueño que querés no va a venir, no te alcanza. Y hay gente que cuando saca su billete o su sueldo, el dinero le habla y le habla negativamente, le dice: no lo vas a lograr, no lo vas a alcanzar, tu sueño no se va a poder hacer realidad nunca, eres desgraciada económicamente, con esto ni vuelto te van a dar, y los billetes te hablan y cuando un billete te dice a vos lo que podés hacer o lo que no podés hacer, el billete es tu señor y estás sirviendo al dinero y la Biblia dice que no se puede servir a Dios y al dinero.

¿Cómo te habla ese dinero, cómo te habla tu sueldo? ¿Cómo te hablan tus ganancias? ¿Cuál es el mensaje que te están dando? Porque si es el dinero el que te está limitando para lograr tu sueño, el dinero es tu señor; si es el dinero que te está limitando para tener lo que el Señor te dijo que ibas a tener, el dinero es tu señor y la Biblia dice, no se puede servir a dos señores, o escuchás al dinero o me escuchás a mi. Si me escuchas a mi, yo te he dicho que todo lo que hagas te va a salir bien, te he dicho que te voy a prosperar, te he dicho que el alma que sacie va a ser saciada por mi, yo te he dicho que la bendición de Dios es grande y no añade tristeza con ella, ¿A quién vas a escuchar? ¿Quién es tu Señor?
No es el dinero el que me habla, es mi Rey, el único. Dios te va a bendecir grandemente.

¿Quién te habla con respecto a tus finanzas? Te habla la voz de tu mamá, que te decía: vos sola nunca vas a poder hacer nada, te habla la voz de tu papá que te decía: vos nena, si no tenés capacidad para tener dinero, la gastas toda; quién te está hablando, tu ex-marido que te decía: vos sin mí no vas a poder lograr nada, quién te está hablando: el sueldo que hoy tenés, eso te está hablando, eso te está limitando, eso está siendo tu señor en tu vida o cuando vos ves el dinero decile: no es esto, es la promesa de Dios, es lo que yo ya hablé con mi Papá, y a mí mi Papá me mostró otra cosa y yo escucho a mi Papá porque el Señor de mi Vida es Dios y yo solamente sirvo a Dios. ¿Cuántas mujeres hay hoy acá que solo sirven a Dios?

El dinero no tiene que hablarte más, cuando vayas al supermercado, cuando vayas a tomar un colectivo, cuando quieras subirte a un taxi y tengas que pagar, siempre te va a estar hablando, por eso, tenés que saber a quién vas a escuchar y decirle "A mí Dios no me ha puesto límites y si Dios no me limitó menos lo va a hacer un mísero billete".
Imagínate que Dios venga a tu vida y te haga una propuesta a la que no podés decirle que no; que Dios venga y te diga: ¿Qué querés que te dé? ¿Qué querés que haga? Porque lo que me pidas te lo voy a dar ¿qué le pedirías a Dios? Hay tantos pensamientos que vienen, y vos decís, ¿qué sería mejor pedirle a Dios? Y dice que Dios le hizo esa pregunta a Salomón, porque Salomón tenía una necesidad y Dios siempre viene a hacerte esa pregunta cuando tenés una necesidad.

Cuando estás pasando por una necesidad Dios viene y te hace esa pregunta, ¿qué querés que haga? Porque lo que me pidas te lo voy a dar. Y dice que Salomón pensó y dijo: Necesito Sabiduría para administrar éste pueblo tan grande, y dice que a Dios le agradó tanto, que Él le dijo: Si. Si me hubieses pedido cualquier otra cosa, te la hubiese dado, porque prometí que te iba a dar lo que me pidieras, pero ahora te lo voy a dar y encima estoy contento, le dijo Dios, de dártelo, sabes ¿por qué? Porque pediste bien, pediste Sabiduría. Y ese es el gran pedido que tenemos que hacerle a nuestro Dios, sabiduría para administrar nuestras finanzas, sabiduría para cuidar lo que tenemos, porque si cuidamos lo que tenemos va a venir algo más grande, sabiduría para cambiar los hábitos de pensamientos, para decir "Señor, yo sé que tus pensamientos, son bien para mí" "Que querés lo mejor para mí".

Yo anhelo que seas prosperada así como prospera tu alma, y es mi anhelo, queridas mujeres y los varones que están aquí, que todos seamos prosperados, que todos vivamos bien, sin ningún tipo de necesidad, porque tenemos que hacer muchas cosas para el Señor, y tenemos que correr la carrera con carga y a veces los problemas económicos son una carga grande, porque estuvimos escuchando al Señor equivocado. Si Dios te dijo que lo va a hacer, cree a Dios, pero cree de verdad. Dios te va a prosperar, tenés que verte como una persona prosperada, tenés que escuchar más los pensamientos de Dios y cuando tengas cambiados los hábitos de pensamiento, se los vas a enseñar a tus hijos y vas a tener generaciones con prosperidad, tus descendientes nunca más van a ser pobres, porque vos vas a dar a luz generaciones bendecidas.

Dios te promete en esta tarde, que así como José, todo lo que tocaba con sus manos era prosperado, esa unción te la va a dar a vos, que todo lo que toques sea prosperado, donde vayas, la gente va a pedir que la bendigas, porque vas a ver que donde vos llegás las cosas se multiplican, las cosas prosperan, ésta es una unción del cielo que vamos a soltar en ésta tarde, pero quiero que te veas prosperada, quiero que veas qué cara tenés, cómo vivís, quiero que te veas como una mujer que ha sabido administrar las riquezas del cielo, las riquezas de Dios. No quiero que veas tu situación actual, no quiero que el dinero que hoy tenés, te hable; quiero que los pensamientos de Dios hoy te hablen, y te dicen que te va a dar larga vida y prosperidad en todo lo que hagas. Hay mujeres que se están viendo tomando decisiones de prosperidad, decisiones de inversión, dónde van a invertir ese dinero que sobró, donde van a hacer un mejor negocio, llamando a otros países, otras provincias para negociar. Hay mujeres que se están viendo de una manera única y especial en éste día, porque han decidido que le van a creer a Dios y van a cambiar sus hábitos de pensamientos. Hay mujeres que se ven que van a desprenderse de otros para empezar a depender sólo de Dios y hay mujeres que van a empezar a decir que: "HAY" y van a empezar a buscar acciones con gesto de fe, que las finanzas están, y esas finanzas van a venir a tu vida. Hay mujeres que van a sacar su casa financieramente y la bendición financiera va a venir por vos, y nunca tengas miedo de eso, lo va a hacer por vos porque la bendición va a venir por mano de mujer.

¿Quién es el que te gobierna? Dios ¿que te dijo?: "No te puse límites y vas a lograr los sueños que hay en tu corazón". No se puede servir a dos señores. O le creo a Dios o le creo a lo que me habla mi billetito, que no me sirve para nada.
Quiero decirte que Dios ha puesto en vos grandes sueños. Y Dios te dijo: ¡"Todo lo que hagas te va a salir bien"!.

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