lunes, 2 de julio de 2012

Doble fuerza por Bernardo Stamateas


¿Cuántos están enfermos en este día? traguen la palabra porque dice que la palabra es medicina a nuestro cuerpo. La gente débil pierde el trabajo, te comen, porque el sistema es una jungla. La gente débil es víctima de los psicópatas, del sistema.
- la gente débil no tiene lugar
- la gente débil es elegida para ser juzgada
- la gente débil es elegida para ser lastimada
- la gente débil es usada
- la gente débil termina siendo humillada
Hace poco estaba en Córdoba y el director de la Universidad Empresarial de Córdoba, un hombre de más de sesenta años, veinte años de rector, dijo ante mil doscientos jóvenes empresarios: "Yo sé que ustedes van a crear empresas para robarme la mía, ustedes me motivan y cuando ustedes tengan sus empresas se van a levantar otros pibes, jóvenes como ustedes, para robarles. Y yo pensé: Ese es el sistema, es una jungla".
El enemigo va a tratar de hacerte débil para que abandones tu sueño, para que te duela lo que te dicen.
- El enemigo, el diablo, va a hacer que quedes débil para que dejes por la mitad lo empezado
- va a hacerte débil para que tu fe no te funcione
- va a hacerte débil para que vivas con ritos tontos religiosos
- va a hacerte débil para que tengas una auto imagen negativa
Y todos somos débiles. ¡Pero tengo una buena noticia! DIOS prometió hacernos fuertes, porque la Biblia dice: "Diga el débil fuerte soy". Dios va a levantar una generación de gente que reconoce su debilidad, pero que la va a alimentar con las fuerzas del Señor y el resultado será que esa debilidad no va a dominarte sino las fuerzas del Señor van a dominarte. Dios va a levantar una generación de gente valiente, esforzada y fuerte, que no se va a rendir ante nada ni nadie. Ya te he empezado a ministrar y yo profetizo que toda persona débil que ha venido a este lugar saldrá diciendo: ¡Fuerte soy!. El plan de Dios es tomar lo débil y hacerlo fuerte, porque lo débil no funciona en este mundo caído, si sos débil te pisan. Ahora, fuerte no quiere decir cancherito, prepotente, agresivo, fuerte es la fortaleza de Dios dentro tuyo.
En 2 Reyes 2:19 dice: "Luego, los habitantes de la ciudad le dijeron a Eliseo: Señor, como usted puede ver, nuestra ciudad está bien ubicada, pero el agua es mala, y por eso la tierra ha quedado estéril. Tráiganme una vasija nueva, y échenle sal, les ordenó Eliseo. Cuando se la entregaron, Eliseo fue al manantial y arrojando allí la sal, exclamó: Así dice el Señor: ¡Yo purifico esta agua para que nunca más cause muerte ni esterilidad! A partir de ese momento y hasta el día de hoy, el agua quedó purificada, según la palabra de Eliseo".
Eliseo llega a una ciudad, lo agarra la gente y le dice: Profeta la ciudad está buena pero las aguas, símbolo de la gente, las aguas están enfermas, y la tierra no produce cuando la gente no produce, la tierra no produce porque la tierra obedece al hombre, si el hombre está enfermo la tierra se enferma, todo este desastre ecológico del clima es producto del hombre, porque cuando el hombre está enfermo la tierra sufre. Entonces el profeta pide una vasija nueva, porque Dios usa algo nuevo, entonces le dice "Échenle sal", la sal es símbolo de la palabra. ¿Por qué pidió una vasija nueva? las vasijas viejas no aguantaban la sal, la terminaban de triturar. Hay personas que van a recibir palabras de Dios inspiradas para sanar, entonces la vasija tiene que estar sana para que la palabra te entre en la cabeza, no te la reviente y sí te transforme. Yo profetizo, porque hoy vamos a ungir tus manos con sal, símbolo de la palabra, que cuando salgamos de acá vamos a ir donde hay enfermedad, donde hay dolor, problemas, y vamos a soltar la palabra que hoy va a caer en nosotros. Y cuando el profeta soltó la palabra el agua se sanó, la tierra se sanó y la ciudad se alegró.
Dios nos va a usar en esta noche y nos va a dar cinco palabras y estas palabras las vamos a soltar y donde las soltemos habrá victoria.
Primera palabra
Tengo la seguridad total de que estoy aceptado por Dios, no necesitás hacer nada para ganarte el amor de Dios, Él nos ha aceptado en Jesucristo. Cuando estábamos bajo Adán el primer hombre, estábamos bajo maldición, pero cuando recibimos a Jesús estamos bajo bendición. No necesitás matarte, ni ayunar, ni servir a Dios para ganarte su amor, Dios ya nos ha aceptado. Los leprosos en la antigüedad tenían una campanita; cuando llegaban a un lugar sonaba la campanita para que la gente se vaya corriendo. Y dice la Biblia que llegó un leproso y tocó la campanita y se fue acercando, y cuando se acercó Jesús no se fue y cuando se para al lado le dice: "Señor, si quieres puedes limpiarme" dice que Jesús lo tocó y le dijo: "Quiero, sé limpio". Lo tocó, porque le dijo te voy a sanar la enfermedad física, pero primero te voy a sanar la cabeza, te voy a tocar para que sepas que yo te acepto como estás, que yo te quiero, yo no te voy a querer más cuando te sanes, te voy a tocar enfermo, para que sepas que mi amor es inalterable, no importa cuán bajo has caído, la enfermedad que te rodea, el Señor va a poner otra vez su mano sobre nosotros y va a decir: "¡Sí! yo también quiero verte bendecido porque te amo y te acepto". En una oportunidad se acercó a una prostituta y le dijo: "Dame agua", la mujer lo miró y le dijo: "Señor yo soy samaritana, y vos sos judío, no nos hablamos, hay una barrera racial, cultural y religiosa". ¿Por qué Jesús le pide agua? una mujer que era una prostituta, Jesús le quería mostrar que él la aceptaba así como era, después le dio el agua de vida, pero primero dame de beber. Se te tiene que revelar que no tenés que hacer nada para ganarte el amor del Señor, se disfruta el amor del Señor; la ley te pone mandamientos y aleja a la gente, pero la gracia atrae. Dios nos ha echado cuerdas de amor, yo no sé qué Dios te han predicado, pero yo te predico al Dios de la Biblia, que dice: "Yo te he aceptado así como estás, te quiero y te he llamado a mi equipo, te he llamado para que estés conmigo, para que me sirvas y trabajes para mí.
Yo me crié en una iglesia religiosa legalista. Cuando hablo de legalismo no hablo de ideas tontas, diabólicas, a mi me enseñaron que la vida cristiana era la santidad, entonces yo caminaba y pensaba, "santidad" entonces pecaba, "Padre perdóname, pequé", hasta mi próximo pecado y otra vez le pedía perdón a Dios, ahora ya estoy santo y así sucesivamente. Cada vez que le oraba era para pedirle perdón y el Señor me dijo: "Ese es un ciclo diabólico, yo no te llamé para que peques, pidas perdón, confieses, y vuelvas a pecar; yo te llamé porque te amo, te llamé para que crezcas en mi amor, para que crezcas en mi gracia, para que disfrutes de mi presencia, porque uno no se mantiene santo porque Dios lo va a castigar, uno se mantiene amando al Señor porque él nos amó primero. Ojala se te revele que Dios ya nos ha aceptado, no necesitamos hacer nada para ganarnos su amor, ese es el amor de papá. La gente fuerte sabe que está aceptada por Dios y ¿quién es la gente para rechazarte si el Señor ya nos ha aceptado?, si el que murió en la cruz por nosotros no nos rechaza ¿quién es la gente para decirte y rechazarte?.

Segunda cosa
La gente fuerte tiene una autoimagen positiva, yo sé que soy imagen de Dios. Si vos querés ser fuerte tenés que tener una autoimagen positiva, vos no tenés que cuidar la imagen delante de la gente, vos tenés que mostrarle a la gente la imagen de Dios que ya está en vos. Vos no tenés que impresionar a la gente cuidando tu imagen para que la gente opine, vos tenés que mostrar lo que ya sos en Dios, sos imagen de Él, tu auto imagen tiene que ser positiva, tenés que verte como un ganador porque auto imagen positiva quiere decir que yo tengo al que venció en la cruz del calvario y ganó todo por mí. En la cruz Dios me prometió bendición, prosperidad, acompañamiento, unción, gloria y victoria y esa es la imagen verdadera que hay en mí. Eso es lo que hace la gente fuerte. Voy a soltar cosas fuertes. Este punto lo puse acá porque escuché un mensaje de Yonghi Cho, es el pastor de la iglesia más grande del mundo y le escuché una prédica en Guatemala años atrás donde decía: "Yo tengo en mi iglesia al hombre más rico de Corea", yo dejé lo que estaba haciendo para oír, y dijo: Ustedes se preguntarán cómo yo tengo al hombre más rico de Corea. Cuando llegó no era el más rico, era el más pobre, pero yo le enseñe el principio de la autoimagen positiva, le enseñé que él era imagen de Dios y cuando a él se le reveló esta verdad, le cayó en lo profundo de su vasija y se hizo el hombre más rico del país. Y yo profetizo a los que están débiles, a los que están sin una moneda, que hoy se te va a revelar quién sos en Dios, que la imagen del Dios Todopoderoso te habita, que somos más que vencedores en aquel que nos amó, que el que venció a la muerte y al pecado nos habita. Dios te va a levantar. Yo profetizo que la gente más rica de la Argentina se va a levantar de este lugar sabiendo quiénes son en Dios. El que lo crea que lo agarre. Continuó Cho y dice: "Les voy a contar ahora de otro señor. Vino un viejo hecho bolsa de sesenta y cinco años, destruido, depresivo, con intento de suicidio y le enseñó Cho la auto imagen positiva, "Vos sos imagen de Dios" y este hombre se fue y se puso en la política y lo nombraron ministro de educación de Corea y lo vio una vez a Cho y Cho fue allá y le dijo: "Usted me debe algo a mí, me va a dar los permisos para poner la universidad, porque usted llegó acá porque yo le enseñé que usted es imagen de Dios, así que págueme y además soy su pastor aunque lo vi una sola vez en su vida".Y el hombre le firmó el permiso, le dio la universidad de Corea que tiene más de mil alumnos, un hombre deshecho, se le reveló. Si a un hombre deshecho de una sola vez le cayó la ficha ¡cuánto más a nosotros!.
Yo profetizo que gente que estaba fuera del sistema, que había sido corrida por debilidad, hoy se te va a revelar tu verdadera auto imagen, vos no sos la imagen de tu padre, ni de la cultura, ni de la religión, no sos la imagen que la gente ve de vos, vos sos la imagen del Dios viviente. No importa la cantidad, lo que importa es lo que somos. Jesús agarró unos pescaditos y le dio de comer a cuatro mil, porque no importa la cantidad lo que importa es lo que está dentro tuyo que Dios va a hacer crecer hasta que salga. Hoy tenés cinco pesos y el diablo dijo ¡matate! y vos le vas a decir: "Diablo matate vos porque me engañaste, no importan los cinco pesos, lo que importa es lo que tengo adentro y yo tengo la vida de Dios y estos cinco van a alimentar a multitudes". Le hablo a la gente que ha perdido cosas, a la gente que ha perdido trabajo, no importa la cantidad, lo que importa es que el Dios que te habita va a salir de vos y va a tocar lo poco para hacerlo mucho. No importa la cantidad, no importa el tamaño, lo que importa es lo que hay dentro tuyo. Cuando David vio a Goliat dijo: "Éste mocoso", porque vio el tamaño. La gente evalúa tu vida por tu tamaño físico, por tu tamaño cultural, educativo, pero Dios no te ve por tu tamaño, Dios te ve por lo que Él puso dentro. Él puso su vida, su imagen, Él puso su poder, Él puso su gloria, no dejes que nadie te subestime; te dijeron tonto, negro, te subestimaron, te dijeron que eras el último porque vieron tu tamaño; pero ahora Dios va a hacer que la gente vea, no tu tamaño, sino el potencial encapsulado dentro de ti. Leí que hasta los ocho años un nene escucha doscientos cincuenta mil veces no podés, no, no, no. Yo no sé cuántas veces te dijeron no podés, pero yo hoy te voy a decir de parte de Dios que todo lo podés en Cristo y cuando ese todo se te revele, los doscientos cincuenta mil millones de veces que te dijeron "no podés" se van a borrar automáticamente. Le vas a dar enter, borrar, porque todo lo puedo en Cristo, porque yo soy la imagen de mi creador, no importa el lugar donde estás. Abraham fue bendecido en Canaán, su hijo Isaac en Guerar, y Jacob en Egipto. Y cuando yo descubrí eso, Dios me dijo: ¿Sabés por qué los bendije? abuelo, padre, hijo tres generaciones en tres lugares distintos, porque no importa el lugar lo que importa es quién está dentro tuyo y el Dios que te habita te va a bendecir acá, en el sur, en Caleta Olivia, en el norte, porque no es el lugar, es el que te habita, es el que cargó con dinamita dentro de tu corazón y donde vayas serás de bendición.
Tercero:
La gente fuerte celebra fiesta. ¿Querés ser fuerte?, celebrá, celebrá porque cuando uno está triste siempre vienen los debilitadores y te dicen: "¡Pobrecito qué difícil!; entonces vos tenés que aprender a celebrar porque dolor y tristeza te debilita, pero dice la Biblia: "El gozo del Señor es mi fortaleza". El Señor me dijo: Bernardo, hay gente que va a la cancha, va a oír a Luis Miguel y celebra, pero no es esa celebración la que te da fuerza, porque acá dice: El gozo del Señor es mi fortaleza. ¿Sabés cuándo vos te hacés fuerte?, cuando celebrás con Dios, cuando le cantás a Dios, cuando saltás para Dios, no es cuando celebrás, eso te hace bien en lo humano, pero cuando vos saltás para Dios, el gozo del Señor te fortalece. Dice que llegaron, cruzaron el mar Rojo y cuando llegaron al otro extremo, María sacó la pandereta y celebraron. Yo no sé si hay alguien que en esta semana cruzó el mar Rojo, si alguien vio un milagro en esta semana; hoy es el día que tenés que celebrar porque eso te va a dar fuerza para el próximo tramo.
Dice que el hijo pródigo había abandonado al padre y había gastado todo el dinero, pero volvió y el padre hizo fiesta y el otro hijo que estaba en la casa le dijo: Papá ¿por qué estás haciendo fiesta si éste gastó la plata y estuvo con prostitutas? y el padre le dijo: Porque es necesario que lo celebremos. Si hay alguien que en esta semana ha recuperado algún ser querido, si se ha encontrado con alguien, si se ha reconciliado, hoy es la noche para que aprendas a celebrar en la presencia del Señor. Quiero hablarle a la gente que está con dolor, a la gente que está débil, Dios te va a dar fuerzas para que celebres la victoria en su presencia, porque aunque esta etapa ha sido difícil, la que viene será en victoria y será de bendición. Victoria no es triunfo, victoria es lo que Jesús hizo en la cruz, Jesús peleó sólo en la cruz contra el diablo y lo venció, eso es victoria, lo que el Señor hizo para mí. Y dice que después Él tomó a los demonios y los despojó de todo poder, de toda autoridad, despojó a la muerte y despojó a Satanás y ahora nos ha dado el triunfo ¿cuál es la diferencia? ¿vieron las películas cuando alguien entraba a la ciudad y vencía al enemigo y después los encadenaban a todos y los traían a la ciudad? todo el mundo celebraba; bueno, victoria es lo que Jesús hizo en la cruz por mí, triunfo es para nosotros la celebración de lo que el Señor hizo por nosotros, nosotros no cantamos victoria, nosotros celebramos el triunfo de su victoria, porque en esta etapa el diablo está muerto, vencido y despojado y a nosotros nos toca verlo encadenado y celebrar en la ciudad que el pueblo de Dios tendrá triunfo. Hay que celebrar, hay personas hermano que piden siempre el milagro: Padre, sálvame de esta deuda y vienen acá con una situación terrible. Padre restaurá mi matrimonio. Señor cancelame la deuda. Eso es de cuarta no lo hagas más, eso es de mediocre, vos no tenés que pedirle a Dios que te salve de una situación, vos tenés que declarar que en esa situación y en todas las que vienen Dios derramará bendición salvaje y prosperidad ilimitada sobre tu vida porque no te salvó para sacarte de una situación, sino para meterte en un plan eterno y divino donde Él va a poner su mano por siempre y para siempre sobre nosotros. No sé si hay alguien que ha captado eso.
El domingo pasado prediqué y dije algo interesante que descubrí. Dice que había gente desocupada en la plaza y vino el dueño de la viña a contratar, a las cinco de la mañana contrató un grupito para su viña, a las nueve volvió y contrató otro grupo, a las doce a otro grupo, a las trece otro grupo y a las cinco de la tarde otro grupo. A los de las cinco de la tarde los contrató hasta las seis de la tarde, trabajaron una hora y cuando llegó la parte de la paga le dio un denario a cada uno, cuando agarró a los de las cinco de la mañana que habían trabajado hasta las seis de la tarde les dio un denario también; entonces los de las cinco de la mañana hasta las seis de la tarde, que recibieron un denario se enojaron dijeron: Señor vos no sos justo, nosotros trabajamos todo el día y nos das un denario y éstos que trabajaron una hora les das un denario. Y el Señor les dice a los que trabajaron hasta las cinco de la tarde: ¿No convinimos que les iba a dar un denario? si, ¿y no estoy cumpliendo? O sea, las personas de las cinco de la mañana le pidieron un denario, pero los de las cinco de la tarde no le pidieron nada, dijeron danos lo que quieras. Hermano no le pidas a Dios un denario porque Dios no te quiere dar un denario por día, Dios te quiere dar un denario por segundo, decíle: Papá ¡dame en grande y dame abundante! porque si te pido un denario voy a limitar tu poder, ¡derramá prosperidad salvaje porque toda mi vida va a ser celebración, porque vos no me llamaste para salir de una situación sino para caminar en un plan perfecto donde vos sos el Señor.
Cuarto:
La gente fuerte valora cada encuentro con Dios. Porque la religión te dijo: hay que ayunar cuarenta días y adorar siete horas seguidas y caminar quinientas peregrinaciones largas y que te duela, y que leas doscientos millones de pasajes por día y ores largamente. Hermano no es por cantidad, es que valores. Ester era una plebeya, una chica huérfana, pobre, entró al palacio del rey y éste se casó con ella. Ella entró como la plebeya y salió como la reina. Enseñanza: nunca menosprecies un encuentro con tu Dios, nunca menosprecies una pequeña reunión, nunca menosprecies una alabanza, porque esa alabanza puede cambiar tu vida ciento ochenta grados, yo no sé cómo hoy entraste pero sé cómo te vas a ir, si entraste arrastrándote te vas a ir como un rey, porque cuando valorás el encuentro, cuando valorás un gracias, pueden comer como cinco mil, cuando valorás una oración de un minuto, como Elías podés hacer caer fuego del cielo y cuando estás acá y decís: hoy no es una reunión más, esta es la reunión del encuentro con mi rey, habrás entrado de una manera, pero te vas de otra totalmente distinta.
Quinto
La gente fuerte cree, no siente. Tenés que creer, no sentir. ¿Cómo aguantás a tus enemigos? Fácil, los bendecís, porque cuando vos bendecís a tus enemigos Dios te pone por arriba de ellos y ellos no te pueden tocar. ¿Y cómo hago con la macumba? me hacen brujerías, no hagas nada, ya estás muerto en el Señor, entonces la brujería que te hagan, cuando te llega, como te ven muerto se vuelve al que te la soltó; no hay brujería que te pueda tocar porque estás escondido en la palma del Señor. ¿Y cómo hago pastor?, cuando las circunstancias sean difíciles, tranquilo, le decís a las circunstancias: Hablá vos porque después que vos hables me toca hablar a mí, porque la última palabra la tenemos los hijos del rey y los hijos del rey dicen: Seré de bendición y seré bendecido, punto se terminó.
Doble fuerza porque hay gente fuerte que va a ser fuerte, ese es un tipo de fuerza. ¿Cuántos tienen un área fuerte? ¿Cuántos tienen dones?, ahí vas a ser más fuerte, esa es una fuerza fuerte de los fuertes. El Señor me dijo ¿cuántos tenemos cosas débiles? ahí también vas a ser fuerte, vas a ser fuerte de lo fuerte, y fuerte de lo débil, doblemente fuerte porque no hay debilidades en el pueblo del Señor. Dice el relato bíblico que cuando llegó el profeta pidió una vasija nueva. Tenés que ser una vasija nueva, abierta para que la palabra pueda entrar en vos, porque una vez que seas lleno de esa sal, de esa palabra, vas a ir donde está el lugar del dolor, de tu dificultad y vas a soltar la misma palabra y las aguas van a ser sanadas. Diga el débil fuerte soy. La gente evalúa por tu aspecto físico, te evalúa por tu dinero, por tus contactos, pero Dios sabe quién está dentro tuyo y eso es lo que te hace fuerte hermano. Dios va a levantar una iglesia de gente fuerte que sabe quiénes son, que creen no que sienten, que saben lo que son, que las pruebas no los tiran se vuelven a levantar porque somos gente de destino.
Dice que el suegro agarró a Jacob y le dijo: Te voy a regalar todas las ovejas que quieras, todas las ovejas manchaditas, las crías manchaditas te las dejo para vos, ¿en serio suegro? ¡sí! y le dio todas las ovejas blancas para que se las cuide; las ovejas de un color no pueden tener ovejas manchadas, porque genéticamente no se puede, o sea el suegro le dio las ovejas para que las cuide para que las haga procrear, les haga tener cría, para que se las termine devolviendo y Jacob dijo: ¿Qué hago?, porque Jacob tuvo cosas malas e inteligentes y agarró una ramitas y tronquitos y los peló y los dejó con los colores, eran ramitas de colores y las puso ahí, agarró las ovejas fuertes, las débiles las sacó, todas las blanquitas y cuando les agarraba el celo, ganas de procrear, hacía que el macho mire las ramitas de colores y parían ovejas manchadas porque miraba esas ramitas. Dios va a elegir la gente fuerte y le va a poner visiones delante de sus ojos, parece que no lo vas a lograr, pero vas a parir los sueños del Señor, porque Dios va a levantar gente indestructible, gente irrompible, gente que se cae pero vuelve a levantarse porque fuerte de lo fuerte y fuerte de lo débil pero siempre fuerte, él será nuestra fortaleza, nuestro escudo y nada te podrá hacer frente, yo estaré contigo todos los días de tu vida. Hace falta que alguien sea una vasija nueva y que esta palabra le caiga en el espíritu y digan: ¡Sí! yo seré el próximo, yo iré al lugar del veneno, iré donde están las aguas enfermas, pero ahora iré con una palabra de mi rey, ahora ya sé quién soy, ahora ya sé la imagen que tengo, ahora sé quién me compró, ahora sé que estoy aceptado en Cristo, ahora sé el poder que tengo en Él, ahora sé que para el que cree todo es posible y cuando empieces a declarar gloria, todo lo malo va a ser cambiado por el poder de una persona fuerte, de una generación que le cree al Señor, de una generación que celebra su nombre, de una generación que va a cambiar lo malo en bendición. Estoy listo Señor, ya sé quién soy, ya sé qué puedo, ya sé qué tengo, ya sé quién está en mí y todo me saldrá bien y todo prosperará porque estoy contigo y si estoy contigo ¿quién contra mí? Amén.
Dice que todo lo que le celebramos al Padre, el gozo en el Señor nos fortalece y ahora seremos llenos de las fuerzas del cielo, sólo hace falta que alguien adore, celebre, que alguien se haya avivado quién es en el Señor. Diga el débil fuerte soy. Uno sólo sanó las aguas, apareció como Eliseo fue con una vasija nueva y hoy Dios te dice: Te quiero usar, quiero que te llenes de mi palabra, que dejes la falsa humildad, el orgullo, ser fuerte en Dios es que sepas quién sos en el Señor. Hay tres tipos de tormentas que pasamos los cristianos:
Hay tormentas en las que Dios te va a hacer caminar sobre ellas. Yo profetizo que en medio de tu crisis vas a caminar sobrenaturalmente:
- sobrenaturalmente se cancelan tus deudas,
- sobrenaturalmente se van las crisis, el conflicto,
- sobrenaturalmente viene gente a financiar tus proyectos,
- sobrenaturalmente te llaman,
- sobrenaturalmente te van a ofrecer,
- sobrenaturalmente te van a poner arriba y no abajo
Porque vas a caminar sobre tu tormenta.
La segunda tormenta
Dice que se levantó una tormenta y Jesús le dijo: Cállate, y se calló.
Yo profetizo que va a haber tormentas que con la palabra de fe van a desaparecer automáticamente.
- hoy le digo ¡sécate! a tu tormenta y declaro que muchos de los que estamos acá saldremos sin crisis por la palabra de victoria.
Tercera tormenta
Que es la que le vino a Pablo, no caminó sobre las aguas, Pablo habló y no pasó nada, se agarró del mástil, pero la tormenta no lo mató.
Yo profetizo que si no caminás sobre las aguas y si la palabra de fe no funciona es porque Dios te dice: Agarrate del palo mayor, o de algún lugar, pero que la crisis no te va a destruir, yo te lo prometo dice el Señor.
Sé revestido de fuerzas divinas, sé fortalecido, vuelve a levantarte y vuelve a caminar.
Cuando el jugador juega mal, el director técnico le grita y la hinchada le grita, pero el jugador sigue jugando, esos son los buenos jugadores. Pero si los jugadores son cristianos dicen: ¿qué dijiste? Los buenos jugadores siguen jugando no seas quedado, seguí jugando.
Superman no existe, Batman no existe, el hombre araña no existe, pero existís vos y para Dios somos sus héroes, seguí jugando, sé fuerte que las fuerzas del Señor están contigo somos la imagen de Dios invisible, somos su equipo, nada, ningún arma forjada prosperará, condenarás toda lengua que se levante y todo lo que hagas te saldrá bien.
Si celebramos a Dios, Dios nos da fuerzas, porque celebrar se hace con fuerzas, cuando vos le das tus fuerzas a Dios, Dios te da sus fuerzas. "No hago celebración porque no es mi carácter" ¡cambiálo y preparate para celebrar con todas tus fuerzas! porque amarás al Señor con tu mente, con tu corazón y con todas tus fuerzas sean muchas o sean pocas. Esta noche entraste como plebeyo pero te vas como un príncipe, te vas como una reina, nunca subestimes el poder de una reunión porque hoy declaramos cambios de ciento ochenta grados, fortaleza divina y seguiremos hacia adelante porque todo nos saldrá bien.
Vas a agarrar sal, que es un símbolo, y donde esté tu problema vas a soltar en tu barrio, en la entrada de tu casa, sobre tu coche, trabajo, y vas a decir yo suelto la sal como el profeta sobre las aguas y declaro que habrá vida y va a ser un símbolo de que somos gente de la palabra de fe, que no nos movemos por lo que sentimos o sabemos, sino por lo que creemos, por lo que Dios ha dicho de nosotros. ¿Cuántos escucharon audiblemente a Dios y cuántos no lo escucharon? ¿les gustaría escuchar ahora a Dios audiblemente?. Todo lo podés en Cristo que te fortalece, esa es la voz de Dios. Para el que cree todo es posible. Decí vos "Todo lo puedo en Cristo que me fortalece", ahí escuchaste a Dios que salió por tu boca, es su palabra. Lo escucho en todo los momentos que declaro con mi boca su palabra, "Diga el débil fuerte soy". Amén.
Iglesia se vienen cosas grandes, hay personas que van a saldar deudas de diez miles porque Dios te dice: No importa la cantidad, lo que importa es lo que sos y la palabra que te diga, cancelar deudas. Vamos a declarar sanidad en los cuerpos por la palabra de fe, se vienen cosas extraordinarias, no habrá circunstancias, psicópatas, que podrán con nosotros porque cuando nos caigamos nos volveremos a levantar para levantar nuestros brazos y celebrar la victoria del Señor. Presencia de Dios donde entres, la tierra será sanada y la gente prosperada, donde vos estés habrá bendición, vos serás la tarjeta de presentación del Señor para que el mundo sepa que Él reina en ese lugar. Yo te nombro apóstol, profeta, pastor, evangelista y maestro; yo soy profeta de mi vida, apóstol de mi tierra, maestro de la gente que me rodea, evangelista de los que no conocen al Señor. Yo voy a soltar la gloria del Señor y aunque me caiga, me volveré a levantar porque las fuerzas del Señor están en mí. Dice el segundo libro de Samuel: "Quebraste el arco en las manos de los fuertes para darle fuerzas a los débiles", Dios va a quebrar el sistema de la fuerza humana para dárnosla a nosotros, los débiles, para que seamos fortalecidos en el Señor. 

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